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Sorteo de las letras de desempate para el proceso de escolarización 2020/2021. Justo Rodriguez

Las letras de desempate para la escolarización: 'VD' y 'AM'

Las familias riojanas podrán tramitar la escolarización para el próximo curso tanto de manera presencial como telemática a través de la nueva ventanilla de escolarización

Miércoles, 17 de junio 2020, 09:18

Es uno de los momentos de más tensión entre las familias en el proceso de escolarización, ya que determina que se pueda acceder sin problemas al colegio elegido por las familias. La Consejería de Educación ha acogido este miércoles el sorteo de los apellidos del alumno que marca el corte en los listados alfabéticos en caso de empate en los puntos para la escolarización en La Rioja, que comienza este jueves, con la 'VD' para el primer apellido y la 'AM' para el segundo.

Estas letras decantarán la preferencia de elección de plaza en último término por sus apellidos, tomando como referencia principal las dos letras del primer apellido, y las del segundo sólo en los casos en los que los alumnos a desempatar también compartan las del primero.

Para el curso 2020/2021 están llamados a matricularse en el primer curso de Segundo Ciclo de Infantil unos 2.757 niños en La Rioja, que podrán optar entre aproximadamente unas 3.200 plazas disponibles en toda La Rioja.

Para matricularse por primera vez en un centro docente, la familia del alumno deberá presentar, bien de forma presencial en el centro o bien por vía telemática a través de la ventanilla, la solicitud de admisión en la que se indicará el centro solicitado en primer lugar y también podrán hacerse constar otros centros alternativos, por orden de preferencia.

El plazo de escolarización arranca este jueves día 18 desde las 0.00 horas y se prolongará hasta el día 26 a las 14.00 horas, tanto de manera presencial como telemática a través de la nueva ventanilla de escolarización a la que se podrá acceder desde la plataforma Racima y la web www.larioja.org.

Justo Rodriguez

El «injusto» sorteo de las letras

El sorteo, no sólo concita la atención de muchos progenitores hechos un manojo de nervios, sino también las críticas de numerosos matemáticos que lo califican de sistema «injusto» porque, a grandes rasgos, dan a algunos candidatos muchas más probabilidades que a otros.

Así lo entiende Juan Miguel Ribera Puchades, profesor de Didáctica de la Matemática de la Universidad de La Rioja (UR), quien lo ilustra con un ejemplo: Si consideramos el sorteo que se plantea para la escolarización en La Rioja, el apellidos Rivas tiene una menor probabilidad que Ribera porque, aunque se sorteen dos letras del primer apellido, en cualquier extracción estará siempre antes Ribera que Rivas.

Varios artículos de investigación han puesto el foco en este «controvertido» método, uno de ellos publicado en la revista TEMat, de divulgación de trabajos de estudiantes de matemáticas, revisado por el propio Ribera, que evidencia que los sorteos por apellidos «siempre van a ser injustos» porque no están distribuidos equitativamente, es decir, no hay el mismo número de apellidos por letra, sino que puede que haya muchos apellidos con la letra A y pocos con la W, incluso no va a ser equitativo con apellidos que comiencen con las letras 'A' y 'C', aún siendo los dos comunes, porque sigue habiendo más con la primera que con la segunda.

También hay que tener en cuenta que la población no tiene los apellidos equidistribuidos. Por ejemplo, el apellido Ribera con 'B' es muy común en la Comunidad Valenciana y, sin embargo, por esta zona es más común 'Rivera' con 'V'.

Es más, incluso antes de que se celebre el sorteo ya se sabe que hay apellidos que tienen muchas menos probabilidades, es el caso de aquellos que comienzan por letras consecutivas a los apellidos más comunes, como la 'G' por la cantidad de García, Gómez y Gutiérrez que hay. En este caso, la perjudicada es la letra 'H', pero en la misma situación se encuentra la 'N' que sucede en el abecedario a la 'M' otra de las más comunes y la 'S' que viene detrás de la 'R' que aglutina a muchos Ruiz, Ramírez y Rodríguez. En el lado opuesto, está la 'A'. La prima letra del abecedario tiene más opciones de salir porque apenas hay apellidos con las letras inmediatamente anteriores, que son las últimas del abecedario 'V', 'W', 'X', 'Y' y 'Z'

¿Cuál sería la solución? Para Juan Miguel Ribera, el remedio es sencillo. Si hay un listado con 2.000 participantes sería fácil asignar a cada participante un número, con el orden que se quiera, de forma que los apellidos dejan de tener sentido, sólo nos dan una ordenación y cada uno de los participantes en ese sorteo tienen asignado un número. Si el sorteo arroja el número 200 y por ejemplo tenemos 30 plazas, estas irán desde la 200 a las 229. De esta forma, no tienen nada que ver los apellidos. De esta forma el sorteo sería directamente justo y en este caso los Ribera ya no estarían en ventaja respecto a los Rivas porque en ese caso todos serían un número.

Como muestra un botón

Para rebatir la falsa «apariencia de justo», Juan Miguel Ribera pone un ejemplo. Las probabilidades que tendrían de obtener plaza mediante el sorteo de las dos letras del primer apellido, si se asignaran una, dos y tres, trece de sus compañeros -lo que consideran como una muestra adecuada para mostrar las diferencias significativas que se pueden encontrar en este tipo de sorteos- del Departamento de Matemáticas y Computación de la Universidad de La Rioja (UR).

Para cada uno de los repartos de plazas han planteado el número de opciones de cada candidato respecto del total. Esto es, 729, 1.458 (729x2 plazas) y 2.187 (729x3 plazas). Además, para cada unos de los repartos de plaza han mostrado las opciones, la probabilidad, respecto de 1, y la probabilidad con porcentaje.

Los cálculos han sido efectuados tanto por Juan Miguel Ribera, como por la profesora Lucía Rotger, del mismo departamento, que, como se ve en la tabla, por su apellido no tendrían ninguna opción de obtener ninguna de las tres plazas. El rector del campus, Julio Rubio, que también figura en la tabla, tampoco saldría bien parado en un sorteo si tuviera estos doce rivales. Al final no tendría más que seis opciones de obtener cualquiera de las tres plazas.

En este listado, José Manuel Gutiérrez sería uno de los más agraciados ¿Por qué? Básicamente porque es el primero del abecedario y obtendría plaza si en el sorteo saliera de la AA a la AZ, de la BA a la BZ y así hasta la GU y además sería afortunado si salieran a partir de la SA hasta el final del abecedario, es decir, porcentualmente su probalidad es del 55.56% . Marañón, Mata, Rivas, Rodríguez, Romero y Rotger se quedarían sin plaza escolar en su colegio favorito.

¿Cómo se calcula las opciones de cada uno si se sortearan dos plazas? Pues las que tiene uno mismo con el sorteo de una plaza sumadas a las de su inmediatamente anterior en la tabla. Es decir, José Manuel Gutiérrez, a las 405 que tenía para entrar en su colegio deseado tendría que sumar las 6 del rector Julio Rubio, y Clara Jiménez sumaría las 405 opciones de Gutiérrez a sus 68.

¿Y si se sortearan tres plazas? Básicamente el proceso es similar al anterior, salvo que a las opciones de cada uno hay que sumar las de los dos inmediatamente anteriores. Así Gutiérrez sumaría a sus 405 opciones iniciales las de Rubio y las de Rotger. Esta última seguiría quedándose a dos velas

Como debería ser el sorteo

En el último gráfico plantean la opción de reparto asignando un número a cada uno de los candidatos resultando ser equitativo para cualquier número de plazas sorteadas porque como se ve cada uno de los participantes tendría 1/13, es decir, un 7,69% de probabilidad.

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