«El despliegue policial para una inspección en el campo parece el de una redada»

El secretario de organización del sindicato UPA, Néstor Alcolea, reconoce que «nosotros somos los primeros interesados en evitar casos de suplantación de identidad y para los agricultores no es fácil saber si una documentación está en regla o no». Pero las operaciones que despliegan la Guardia Civil o la Policía Nacional, junto a la Inspección de Trabajo, «son en muchos casos desproporcionadas».

Y que «nos traten a los agricultores de explotadores, como ha sucedido en campañas de otros años, también nos parece injusto», añaden desde diferentes organizaciones. «Nosotros ofrecemos condiciones dignas de trabajo y salarios acordes», apunta Alcolea.

Durante esta vendimia también se han visto menos operativos policiales en comparación a los años anteriores, prueba inequívoca de que el número de temporeros ha sido inferior. Pero en la campaña de 2021 «las inspecciones fueron desproporcionadas. Hubo un ensañamiento hacia nuestro sector cuando se habló de posibles casos de trata de seres humanos o de explotación laboral», recuerda.

Sobre los viñedos de La Rioja han sobrevolado en estos dos últimos meses dos drones de la Policía Nacional, controlados a distancia por pilotos del Servicio de Medios Aéreos llegados desde Madrid y Zaragoza y que son quienes reciben al momento lo que está sucediendo en el campo. Es la primera vez que se incorpora esta tecnología a los operativos de vigilancia –el año pasado se pudo ver en Rioja Alavesa–, con el objetivo de evitar que se vulnere la normativa laboral y tratar de que todos los actores implicados cumplan con sus obligaciones».