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Despedida de los Jesuitas, en la tarde de ayer, oficiada por el obispo Santos Montoya, con la parroquia logroñesa llena. JUAN MARÍN
Jesuitas, lo que cuesta decir adiós

Jesuitas, lo que cuesta decir adiós

La comunidad logroñesa de los Jesuitas se despidió en un acto que presidió el obispo y en el que no ocultó su pena por tener que marcharse 400 años después

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Lunes, 20 de junio 2022, 02:00

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Los Jesuitas se van de La Rioja y ayer hicieron despedida por todo lo alto con una celebración que presidió el obispo de la diócesis, Santos Montoya, junto al padre Antonio España, provincial de España de la Compañía de Jesús. No ocultaron cuánto les cuesta irse. «Se nos agarrota la garganta», apuntaban al inicio del evento. «Después de más de 400 años sirviendo a los hombres y mujeres de Logroño (...) con luces y sombras», referían también.

José Ignacio Macua, José Antonio Díez Balerdi, Felipe Gómez Gonzalo y José Manuel Peco, los tres primeros por encima de los ochenta –Macua incluso sobrepasa los 90–, son los últimos jesuitas de la comunidad logroñesa y ya tienen otro destino, en dos casos, el retiro en Villagarcía del Campo, en Valladolid. Pero no solo se despiden ellos, sino que se va una institución, la Compañía de Jesús, que no puede seguir por falta de relevo generacional. Lo recordaron en el acto de ayer, sin descartar que, como ya sucedió en el pasado tras su expulsión, puedan regresar «para seguir ofreciendo lo mejor de nuestro carisma». Mientras tanto, pidieron a los feligreses que acudieron a la despedida que se vuelquen con el próximo párroco que nombrará la diócesis: «Que la semilla sembrada dé su fruto».

Este año se cierran tres comunidades en toda España; el año pasado fueron otras tantas.

El colegio, la parroquia y la ONG Entreculturas tienen su continuidad asegurada, aunque sin jesuitas

Aunque la Compañía de Jesús se va de Logroño, su colegio, la iglesia y la ONG Entreculturas continúan. El primero, con el edificio de la calle Huesca como origen, data de 1961 y, como ya se adelantó, «su presencia e integración en la red de colegios del sector educativo de la Provincia de España (EDUCSI) continuará a través de su pertenencia a la Fundación Norte de la red de centros educativos de la Compañía de Jesús en el país». La parroquia, de 1983, pasará a la diócesis, que se hará cargo de la misma para que no cierre.

Despedida de los Jesuitas, en la tarde de ayer, oficiada por el obispo Santos Montoya, con la parroquia logroñesa llena.
Despedida de los Jesuitas, en la tarde de ayer, oficiada por el obispo Santos Montoya, con la parroquia logroñesa llena. JUAN MARÍN

La historia de la Compañía de Jesús en Logroño se remonta al siglo XVI y, si bien fueron expulsados tras más de 200 años, volvieron a las puertas del siglo XX, y ahora, otros 123 años después, tienen que despedirse de nuevo. La partida de 1767 fue bien distinta de la de 2022, cuando queda abierta una puerta al retorno siempre que se den las condiciones y tras haber dejado una profunda huella en una ciudad de cuya historia forman parte.

Si en 1559 se solicitó el envío de jesuitas a Logroño para fundar un colegio en la hoy Marqués de Vallejo, su actividad educativa se mantuvo hasta la expulsión ordenada por Carlos III. Retornaron en 1899 los jesuitas a Logroño. En 1957, sus actividades educativas estaban en la Gran Vía hasta que inauguraron el primer pabellón del Sagrado Corazón en la calle Huesca en 1961. Hasta hoy.

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