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Martes, 7 de abril 2020, 15:38
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La Asociación de Floristerías de La Rioja ha avisado este martes sobre su intención de abrir el próximo día 14 de abril sus establecimientos si la administración no aclara su situación, dado que este sector tiene su actividad cerrada, sin ayudas públicas y enfrentado a mutuas y compañías de seguros.
En una nota que recoge EFE, la asociación ha indicado que, a pesar de que esta actividad no esencial está clausurada desde el 14 de marzo con motivo del estado de alarma declarado por la crisis del coronavirus, el sector afronta, en plena temporada, la pérdida de la práctica totalidad de flores y plantas, la cancelación de todos los eventos y la incertidumbre e indefensión de los pequeños negocios.
Esta Asociación, integrada en la Federación de Empresas de La Rioja (FER), ha precisado que el sector está ahora en «una auténtica encrucijada« y sufre »la ambigüedad en la que se mueve el decreto de cierre de las actividades empresariales no esenciales«.
Ello se debe a que desde determinadas compañías de seguros y mutuas se interpreta que estos establecimientos de floristería pueden seguir desarrollando su actividad con normalidad y estar abiertas al público, «lo que, de hecho, es absolutamente incierto«, ha subrayado.
Las floristerías tienen la obligación de cerrar al público, pero pueden atender solo pedidos a domicilio, que supone poco volumen de su actividad, por lo que, según la Asociación, las mutuas tienen la obligación de tramitar las prestaciones extraordinarias por cese de negocio.
Sus datos indican que las pérdidas de las floristerías de La Rioja son superiores al 75 % respecto del semestre anterior y, al no tramitar las mutuas las prestaciones a las que los empresarios tienen derecho, su situación, en la actualidad, es de «parálisis».
Con esta interpretación de que los establecimientos pueden mantener su actividad, las empresas se ven abocadas a no poder recibir las prestaciones y ayudas porque, en este caso, las mutuas no actúan conforme a lo previsto en el real decreto de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19.
Ante esta situación de «inseguridad y de indefensión jurídica», la Asociación de Floristerías de La Rioja ha decidido este martes iniciar la apertura de sus establecimientos a partir del 14 de abril, «al menos si desde las administraciones públicas no se aclara de una vez esta situación de incertidumbre en la que se encuentra desde hace tres semanas«.
«El sector se siente totalmente engañado, en estado de alarma, crítico y muy dolido con esta situación», ha subrayado esta organización empresarial, que ha advertido que los grandes centros comerciales sirven flores y plantas a sus clientes, lo que «está provocando un deterioro aún mayor de los pequeños establecimientos«.
Con el cierre de las floristerías, la interpretación que hacen seguros y mutuas y la falta de apoyo y respaldo de las instituciones públicas, el sector deberá afrontar durante los próximos días todas sus obligaciones tributarias y el pago de las cotizaciones sociales de sus empleados, a pesar de que no obtienen ningún tipo de ingreso.
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