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La fisioterapia, esencial para volver a la vida

La fisioterapia, esencial para volver a la vida

El tratamiento post-UCI resulta fundamental para que los enfermos superen las secuelas derivadas de la inmovilización y del encamamiento, que impiden realizar las actividades cotidianas

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Miércoles, 2 de septiembre 2020, 07:41

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Los fisioterapeutas están desarrollando un papel fundamental para tratar a los enfermos con coronavirus, sobre todo, entre aquellos pacientes que han permanecido ingresados durante mucho tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), todo un periodo que puede provocar secuelas importantes en cuanto reciban el alta hospitalaria. Una de las consecuencias principales es la debilidad muscular, derivada de este periodo de inmovilización. De ahí, que una de las grandes reclamaciones de este sector sea la incorporación del fisioterapeuta en los equipos UCI, figura ya implementada en otros países. «Con la pandemia nos hemos dado cuenta realmente de la importancia que tiene la fisioterapia», manifiesta Miguel Moreno, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas.

Este colectivo trabaja, por un lado, con pacientes que se encuentran encamados o en unas situaciones muy concretas, pero también en la recuperación de las secuelas de la Covid tras superar la enfermedad. «Intentamos evitar que el paciente deje la UCI en una situación de debilitamiento extremo, porque las articulaciones han estado semanas sin moverse, además, recibiendo unos tratamientos en unas posiciones que conllevan un sufrimiento extra a nivel cardiovascular y respiratorio, desde la dificultad respiratoria hasta la pérdida de la capacidad pulmonar, que incluso puede generar secreciones», asegura el presidente.

Tras esta fase crítica, el fisioterapeuta asume el papel de encontrar todas las secuelas posibles. «Cuando el paciente sale de la UCI lo hace con muchísimas necesidades. Por eso, hay que hacer una buena valoración física y funcional para identificar los problemas existentes», explica. Y, a partir de ahí, se establecen unos objetivos para garantizar su recuperación. «Ahí es cuando aparece todo el abanico de técnicas de la fisioterapia, donde destaca el ejercicio y la actividad física», ratifica Moreno. Pero aquí no vale cualquier carga o intensidad, porque las actividades tienen que estar adaptadas a las necesidades y dificultades de cada uno. «Los pacientes post-Covid tienen una capacidad física muy disminuida, una masa muscular muy baja y una fragilidad músculo-esquelética muy importante», confirma.

«La fisioterapia y la actividad física favorecen la readaptación de los pacientes a la vida diaria y laboral»

Miguel Moreno Martínez, Presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas

Por eso, los programas individualizados de actividad física y de ejercicio terapéutico, como el trabajo en plataformas vibratorias o la cinta de correr antigravedad, constituyen las mejores herramientas para aumentar la fuerza, mejorar la resistencia y, a su vez, disminuir la fatiga. «La cinta permite hacer el símil del astronauta y resulta de maravilla para los pacientes que han superado el coronavirus. Esta máquina permite disminuir su peso en una escala de un 1% hasta el 80%, lo que facilita el entrenamiento cardiovascular y los programas de fuerza, pero en una situación ideal, muy difícil de simular en la realidad», aclara el presidente. Aunque esta época del verano también permite, a quien disponga cerca de un polideportivo, hacer uso de la piscina y obtener un resultado similar. «El agua permite desarrollar unos programas específicos, porque elimina una parte porcentual del peso, ofrece estabilidad y resistencia en los ejercicios», explica el presidente.

Y, tras este programa de trabajo, se produce el alta en la parte del fisioterapia. «Hablamos de un proceso de readaptación a las actividades diarias y a la vida laboral que culmina en el momento el que los profesionales de la salud en el deporte entendamos que el paciente ha conseguido mejorar sus capacidades físicas básicas», esclarece.

Pero el trabajo no acaba aquí. «Hay que indicar a los pacientes que deben adquirir el hábito de mantener una actividad física saludable para terminar de recuperar el nivel de normalidad que tenían antes de contraer la enfermedad», manifiesta. Todo un proceso que debe estar controlado por profesionales del deporte. «Una vez que el paciente está de alta, deja de ser paciente, porque regresa a la rutina», concluye el presidente.

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