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Un cura que se inspiró en Jesús, «el obrero de Nazaret»

Un cura que se inspiró en Jesús, «el obrero de Nazaret»

Jesús Sedano

la rioja

LOGROÑO.

Viernes, 3 de abril 2020, 07:46

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«Todo para Dios, todo para el hombre». Con esta frase eligió Jesús Sedano, fallecido el miércoles a punto de cumplir los 80 años, presentarse en su pueblo natal, Anguiano, cuando se ordenó sacerdote. Era el 23 de mayo de 1965. «A fe que lo ha cumplido», aseguraba ayer la diócesis riojana en unas líneas enviadas a nuestro periódico en homenaje a Jesús, cura obrero de vida intensa, «llena de sonrisas, ternura, ingenuidad y cercanía». «Era hombre afable, dicharachero pero respetuoso, amable con todos y siempre con la disponibilidad y hospitalidad como aliciente de su bonhomía», prosigue la carta, donde se pone de relieve la polifacética personalidad del sacerdote cuya vida acaba de cobrarse el mortífero virus.

«Trabajó de obrero en el sector del metal, de la madera, con sus huelgas y luchas por convenios justos en los años 80 del siglo XX. Estuvo en Chavicar, en los inicios de este colectivo, como conductor y generador de amistades y compromisos solidarios; obrerista concienciado para servir al Dios al que todos los días rezaba aquello de 'que tu Reino sea un hecho en las fábricas, en la minas, en las oficinas'». Una admirable y feliz presencia, siempre constante, en el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera; en resumen, «un cura obrero en disponibilidad y donación». La diócesis recuerda también a Jesús por «su entrañable cercanía familiar, en el trato exquisito con su madre con alzhéimer» y su cariño hacia el hogar familiar en Anguiano.

«Su paso ha dejado entrañas de amor en Mansilla y Villavelayo, o en Ábalos, donde defendió junto a otros curas la justicia y el derecho, y luego en las parroquias de San Francisco y de San Millán en Logroño». Nalda, Villar de Torre, Villalobar o Manzanares son otras de las localidades donde derramó su ejemplar manera de entender el sacerdocio, una vocación por el compromiso que se reflejó durante su larga y fecunda etapa como consiliario de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), actividad que le permitió materializar aquel propósito central con que tomó los hábitos: estar cercano al mundo obrero, «vivir cada día el espíritu del que para él era horizonte y meta: Jesús, el obrero de Nazaret».

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