El comercio aumenta su proximidad
Alimentación ·
Establecimientos tradicionales, desde puestos de mercado a tiendas de barrio, buscan fórmulas para recibir pedidos y entregar a domicilio sin dejar sin su compra a ningún vecino de Logroño
El comercio minorista, al menos el que puede abrir y básicamente se enmarca en el sector de la alimentación, más de proximidad que nunca. La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha llevado al comercio más cercano, al que regenta el popularmente conocido como tendero de toda la vida, a darle vueltas a la cabeza para adaptarse a la nueva situación de estado de alarma y seguir abasteciendo al cliente de siempre, al cliente que, en ocasiones y por numerosas circunstancias, puede que incluso esté impedido para salir a la calle por sí mismo.
El coronavirus ha llevado a improvisar como nunca antes a los establecimientos más tradicionales, desde los puestos en mercado a las tiendas de barrio. Unos y otros buscan fórmulas para recibir pedidos y entregar a domicilio sin dejar sin su compra a ningún vecino de Logroño. «Sabemos que tenemos que estar ahí y, en la medida de nuestras posibilidades, tratamos de que nadie, en las condiciones que sea, quede desabastecido», sentencian desde el mercado de San Blas de Logroño.
La también plaza de abastos de la capital de La Rioja lleva días con una campaña de ayuda para hacer la compra. «Llámanos y te preparamos tu pedido para que pases a recogerlo sin esperar», puede leerse en la cartelería que han difundido con los números de teléfono y de Whatsapp de los puestos participantes.
La FER, a instancias de Servicios Sociales, recaba información para crear una red que lleve la compra a casa a personas mayores
«Los comerciantes ofrecemos la posibilidad al cliente de realizar su pedido por teléfono o por Whatsapp, prepararlo y retirarlo él mismo cuando le avisemos», explica Alfredo Iturriaga, presidente de la asociación de la plaza de abastos 'Mercado de San Blas'. Iturriaga, quien da voz a todo un colectivo que reivindica que sigue al pie del puesto, precisa que, dadas las circunstancias, no ha quedado otra que remangarse como han hecho siempre.
«Nos dimos cuenta que no era fácil llegar hasta la plaza a hacer la compra con las cada vez mayores restricciones y percibimos que, sobre todo nuestros mayores, empezaban a estar realmente asustados. Y fue ahí cuando dimos un paso más y, con independencia de lo que hiciese cada uno, organizarnos todos para recoger pedidos y, en la medida de lo posible, entregarlos», cuenta Iturriaga, quien confirma que los pedidos «son cada vez más» y que, bien se pueden recoger en el puesto a la hora acordada o, si la persona en cuestión lo prefiere, salir ellos a la calle a entregarlos cobrando a continuación. A los más necesitados, incluso, se les puede llevar a casa. «Es todo improvisado, pero nuestros mayores se lo merecen», asevera.
Desde el mercado del Corregidor, de la misma manera, también se ofrece la posibilidad, aunque ya estaba establecida así desde hace tiempo, de hacer las compras por teléfono, Whatsapp o correo electrónico. «Envíanos la lista de la compra y nosotros nos ocupamos de tenerlo todo a punto cuando vengas al mercado», reza su 'anuncio'.
Enrique Rituerto, el presidente del citado mercado, adelanta, respecto a la situación actual, que el colectivo está analizando a día de hoy las alternativas que existen para dotarse, además, de un reparto a domicilio agrupado. «Hay quien reparte, sí, y quien lo hace lo hace con sus propios medios, pero es una posibilidad que está sobre la mesa y, de momento, la estamos estudiando», avanza.
Paralelamente a iniciativas como las de 'San Blas' o 'El Corregidor', desde la FER se ha lanzado un cuestionario, a instancias de Servicios Sociales, a fin de crear una red de comercios de alimentación, incluyendo supermercados, que ayude a que nadie, especialmente mayores y grupos de riesgo, se quede sin compra.
«Son muchas las personas mayores que viven solas y que se ven obligadas a salir a la calle durante el período de alarma para poder abastecerse de productos alimenticios y de primera necesidad con lo que ello supone de riesgo. La alternativa que se propone a esta situación es facilitar a estas personas un sistema de entrega de compra a domicilio (dos veces por semana) en colaboración con los comercios y supermercados del sector que deseen colaborar», explica la secretaria general de FER Comercio, Adelaida Alútiz, una de las encargadas de recabar la información para ello.
Daniel Niño, comerciante: «Nuestra lista de tiendas abiertas pasará a Logroño Punto Comercio»
Fue una de las primeras iniciativas 'comerciales' lanzadas con motivo del estado de alarma por coronavirus. La idea, de la mente inquieta de Daniel Niño, de la tienda Mikonos y codirector de Lovisual, era la de realizar un listado, en constante actualización, con todos los pequeños establecimientos que abren sus puertas estos días. En la misma están, por ejemplo, el mercado de San Blas y El Corregidor. Se trata de tiendas de proximidad de primera necesidad, a las que se añaden farmacias y ópticas con servicio de urgencias. «Ante la situación del COVID-19 en la que nos encontramos y con el fin de apoyar al comercio de proximidad que hace ciudad, y que en estos momentos nos abastece en nuestro día a día, hemos creado una lista...», así lo explican en la página 'Comercio local Logroño -La Rioja- #covid19' de Facebook. El listado, según Niño, ayer contenía los datos de 61 comercios. Un documento que no ha parado de crecer y que, según explica, será facilitado a Logroño Punto Comercio con el fin de que, a partir de ahora, lo administre el espacio creado por Ayuntamiento y Cámara, que habían hecho su propio directorio de comercios abiertos y sus horarios especiales. «Se trata de sumar y lo lógico es que sean ellos, desde la oficialidad, quienes agrupen todo», dice.
