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Lo que ven y lo que comen los niños

Lo que ven y lo que comen los niños

Una campaña une a más de cuarenta asociaciones para prohibir la publicidad de alimentos insanos dirigida a niños | La OMS advierte de que la política de los países europeos contra este tipo de publicidad «no funciona»

Pablo Álvarez

Logroño

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Jueves, 1 de enero 1970

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Los niños del Mediterráneo no hacen dieta mediterránea. En Europa, los niños del sur comen más azúcares, menos verduras y frutas y, por tanto, están más gordos. Sólo hay que recordar el estudio que publicó la Organización Mundial de la Salud en mayo: el 40% de los críos españoles de entre 6 y 9 años sufre al menos sobrepeso. Y el 19% (más ellos que ellas), directamente obesidad. No es muy diferente a otros países del mundo desarrollado, aunque sí bastante más que en otros países de dentro de la misma UE. En los nórdicos, por ejemplo, el porcentaje de niños que pesa más de lo saludable está por debajo del 10%.

Hay muchos factores que explican este problema, potencialmente muy grave para la salud futura de los niños, pero evidentemente el primero es la combinación de siempre, mala dieta y poca actividad física. Y el reto está también en cómo hacer que los niños no demanden (o no tanto) precisamente los alimentos que son peores para ellos. Es decir, los más cargados de azúcares y de grasas de mala calidad.

El dedo acusador gira hacia la industria alimentaria, y sobre todo hacia la publicidad que esa industria dirige hacia el público infantil. En los últimos días, dos noticias han coincidido en una dirección que parece ir fraguando: hay que poner un límite (o incluso prohibir directamente) la publicidad de alimentos insanos dirigida al público infantil.

Mas del 40% de los niños españoles tiene sobrepeso, y el 19% alcanza la obesidad

Empezando por lo más local, eso es lo que pide una campaña llamada 'Defiéndeme', lanzada esta semana por la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS), la ONG Justicia Alimentaria, CEAPA, Médicos Mundi y Ecologistas en Acción. Una campaña a la que se han unido también más de cuarenta organizaciones, entre ellas la Asociación Española contra el Cáncer o la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. El objetivo de 'Defiéndeme' es sencillo y directo: prohibir mediante una normativa con rango de ley que los niños estén expuestos a publicidad de alimentos no sanos, tanto en medios convencionales como en internet.

La campaña afirmaba en su lanzamiento que un niño español ve al cabo del día hasta 25 anuncios de televisión de alimentos y bebidas, «la mayoría de los cuales no son saludables». La consecuencia es que «niños y niñas eligen con preferencia los productos anunciados, incluso cuando reciben consejo de personas adultas para elegir otros más saludables».

La OMS y la autorregulación

'Defiéndeme' recordaba en su lanzamiento que existe desde hace tiempo un código de autorregulación de la industria sobre este asunto (el llamado PAOS) pero que su eficacia es nula. Y en ese sentido coinciden nada menos que con la Organización Mundial de la Salud, que esta semana también advertía, en un estudio realizado en Europa, de que las políticas contra este tipo de publicidad habían tenido una eficacia «limitada», sobre todo por tener una «abrumadora preferencia» por la autorregulación de una publicidad que no termina de funcionar. Y además, recordaba otro punto: que la mayoría de las normas regulatorias, donde existen, olvidan totalmente que la realidad es cambiante, y que la publicidad llega a los pequeños no sólo por medios tradicionales, sino como una estrategia integrada en plataformas convencionales y más nuevas.

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