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la rioja
Viernes, 20 de julio 2018, 18:20
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«Cuando advertí que mi hija no tenía lenguaje y la diagnosticaban de autismo, me obsesioné con la logopedia y la psicología.
Quería pensar que todo se solucionaría si comenzaba a hablar y comunicarse. Las cosas no sucedieron como yo ansiaba; más bien, todo lo contrario.
Durante muchos años mi hija fue el centro de nuestras vidas. Con el paso del tiempo, se convirtió en adulta, aunque siga siendo nuestra «niña», a la vez que nuestras fuerzas se merman.
Entonces, tenemos ante nosotros otra cruda realidad: «¿Qué será de ella cuando nosotros no estemos?»
Hoy se cumplen 10 años desde que un grupo de chicos con autismo fueron a vivir al centro Leo Kanner. Ella está contenta y muy bien cuidada por personas que la quieren y la entienden. La puesta en marcha de un centro específico para personas con TEA ha sido el mejor de los regalos para ellos y sus familias.
Aunque todavía se necesitan más recursos, porque siguen llegando chicos con TEA con distintas capacidades, quiero agradecer al Gobierno de La Rioja y al Ayuntamiento de Logroño sus esfuerzos por dar respuesta a las necesidades de estas familias.
Para mí, además del Centro, hay un aspecto de vital importancia: son los recursos humanos. Es por ello, que quiero dar las gracias, desde lo más profundo de mi corazón a todas y cada una de las personas que trabajan con nuestros hijos«.
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