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Viernes, 15 de diciembre 2017, 20:24
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Las autoescuelas de La Rioja han recibido con cautela y moderado optimismo la desconvocatoria, el pasado miércoles, de los paros que mantenía desde hace más de cinco meses el colectivo de examinadores de tráfico. «Desde luego que es una buena noticia, pero esto no va a solucionar automáticamente el tapón que arrastramos desde junio, con casi 3.000 riojanos que no han podido sacarse el carné», resalta, en declaraciones a Diario LA RIOJA, Enrique Uruñuela, presidente de la Asociación de Autoescuelas de La Rioja.
«Tendrán que pasar tres meses, al menos, para que empiece a recuperarse la normalidad», alerta Uruñuela, quien opta por la cautela al recordar que «la decisión de acabar con la huelga no es todavía firme», según advirtieron los propios representantes de Asextra, la Asociación de Examinadores de Tráfico, en la comparecencia en la que anunciaron la desconvocatoria de los paros a expensas de que los Presupuestos del Estado para el 2018 incluyan el complemento específico que reivindican, 250 euros mensuales brutos.
3.000 riojanos no se han podido examinar del práctico por los seis meses de paros de los examinadores.
examinadores trabajan en La Rioja 3 en plantilla tras una nueva incorporación, uno en comisión de servicios y otro itinerante.
200 personas están empleadas en las autoescuelas de la comunidad.
En los mismos temores que el presidente de la Asociación de Autoescuelas de La Rioja ha coincidido la patronal estatal, la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE), que, además de tildar la desconvocatoria de la huelga de «cierre en falso», alerta de que «queda pendiente de resolución el problema de fondo, que es el déficit de personal examinador».
De hecho, la CNAE ha reclamado con insistencia un nuevo modelo de gestión. «La prioridad es que siga siendo público, pero si la Administración y el Ministerio dicen que sacan plazas pero que es muy difícil cubrirlas, tendrán que buscar alguna solución. No pedimos privatizar los exámenes, pero tal vez es necesario externalizar el servicio de alguna manera y que Tráfico puedan recurrir a alguna empresa cuando no haya suficientes examinadores funcionarios. Este sistema, que ya funciona en Alemania y Portugal, estaría, evidentemente, controlado por la Administración», resume Uruñuela, quien recuerda que «nosotros lo único que demandamos es servicio y una solución».
Desde el sector tampoco se oculta el malestar por el «daño tremendo» que le ha provocado la huelga, con más de 230.000 pruebas prácticas aplazadas, 130.000 permisos sin expedir y pérdidas económicas superiores a 110 millones. Un panorama demoledor que también afecta a La Rioja, donde Uruñuela advierte de que, «además de los casi 3.000 alumnos que se han quedado sin poderse examinar se calcula un daño económico al sector que rondaría los 2,7 millones de euros».
Unas estimaciones que también hizo públicas Formaster, la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial, que calcula que los cinco meses de huelga ha producido en La Rioja una caída del 60% de los exámenes prácticos de conducir con respecto al 2016. «Esto supone que 2.315 alumnos no se hayan podido examinar este año debido al conflicto laboral, 21 alumnos de la provincia de La Rioja por cada jornada de huelga», detalla Formaster, que añade otro daño colateral de la protesta: «Las autoescuelas de La Rioja han dejado de facturar 25.745 euros diarios por culpa del conflicto laboral, esto supone que hayan acumulado un déficit de facturación de casi 2,7 millones de euros».
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