Asprem, la fundación riojana que lucha por la inclusión laboral

Vivimos una realidad cada vez más igualitaria e inclusiva, que respeta y defiende, donde hay espacio y oportunidades para todos. Una realidad que se ha formado con el tiempo y el esfuerzo de entidades como la Fundación riojana de empleo Asprem.

La agrupación nació en 2010, dentro de la Asociación Asprodema, ante la necesidad de «una orientación especifica en el mundo laboral de las personas con discapacidad intelectual», explica Cristina Salazar, directora de Asprem. Y es que su principal objetivo es conseguir un trabajo digno y de calidad para este colectivo; así como reivindicar el pleno ejercicio de sus derechos.

Esta entidad sirve como intermediaria entre las empresas y las personas con dicapacidad intelectual que busquen activamente empleo. Un lugar donde recibir orientación personalizada, formación continua con cursos de especialización y ofertas laborales adaptadas. «Lo que intentamos desde la fundación es apoyar las debilidades de nuestros usuarios y florecer sus muchas fortalezas», relata Cristina Salazar. Un apoyo del que ya se favorecen más de 430 personas con necesidades especiales y sus respectivas familias.

Asprem se ha consolidado como una agrupación que lucha y que es ejemplo de integración laboral, ya que más del 95% de sus empleados tienen alguna discapacidad. Por ende, tal y como atestigua la directora de la fundación, «el trabajo que realizamos para más de 35 empresas riojanas está elaborado por personas del colectivo ya que pueden hacer muchos trabajos de la misma forma que personas sin discapacidad intelectual».

Una de las compañías con la que llevan años colaborando es la Universidad de La Rioja. Los usuarios de Asprem se encargan desde el 2018 del mantenimiento de la zona verde del campus universitario a través de su Servicio de Jardinería y Limpieza. De igual manera han realizado las labores de espergura en una viña de Badarán y del cuidado de las instalaciones de institutos como el I.E.S. Esteban Manuel Villegas de Nájera. En palabras de Salazar, «nuestro objetivo es siempre realizar un trabajo de calidad y ayudar a las empresas a emprender acciones que mejoren su Responsabilidad Social Corporativa».

Es cierto que la crisis de la COVID-19 también les ha salpicado: «Esta situación nos ha pasado factura por la incertidumbre que afecta a las empresas con las que trabajamos», apunta Salazar. «Hemos notado que se han paralizado significativamente las contrataciones de operarios con discapacidad intelectual con respecto al ejercicio pasado», describe la directora de Asprem. Aún con todo, en la entidad se mantienen optimistas y confían en las necesidades de muchas bodegas, «sobre todo a partir de octubre y con la campaña de Navidad».