La ampliación de plazas de Enfermería duplica el número de alumnos riojanos
Los matriculados de la región han pasado de 74 a 140 en el último lustro, aunque los procedentes del País Vasco continúan siendo mayoría
El déficit de profesionales sanitarios es una realidad que preocupa en todo España. Y un problema que promete agravarse al menos durante unos años ante ... las masivas jubilaciones que se prevén. Tampoco La Rioja puede presumir de excesiva capacidad de atracción para unos profesionales a los que se les abren muchas puertas y que, en consecuencia, eligen. Y en demasiadas ocasiones ni por salario ni por condiciones laborales sus preferencias se fijan en La Rioja.
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Por eso desde hace tiempo se están llevando a cabo actuaciones tendentes no solo a la difícil tarea de captar talento, sino a formarlo aquí. Con el Gobierno de Concha Andreu se aprobó el incremento de plazas en el grado de Enfermería, que ha pasado progresivamente de 75 anuales a las 120 actuales, aunque no se ha llegado a las 150 anunciadas. «Hay que garantizar la buena formación», argumenta Marian Martínez Calvo, vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria. Y con el Ejecutivo de Gonzalo Capellán está previsto que se implante Medicina a partir del curso que viene (2026/2027) con 25 pupitres.
A la espera de lo que suceda con el futuro grado de la Universidad de La Rioja (cabe recordar que la circunscripción universitaria es única y el acceso se logra mediante nota de corte), la ampliación en Enfermería sí que ha tenido un efecto entre los aspirantes (mayoritariamente féminas) de la comunidad.
Hace un lustro, había 74 riojanos matriculados en el grado, menos de la cuarta parte de los 312 que completaban los cuatro cursos de formación. En la actualidad, esta cifra ha ascendido a 140, lo que supone prácticamente el doble y, porcentualmente, un tercio del alumnado total. Ese aumento puede suponer un buen caladero de vocaciones para el futuro.
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En este sentido, Marian Martínez Calvo señala que la 'obligatoriedad' de realizar las prácticas en La Rioja también ha ayudado al incremento de alumnado local. «Antes muchos estudiantes pedían prácticas en su comunidad de origen, pero con la exigencia de las cotizaciones a la Seguridad Social desde enero de 2024 y un mayor control de estas, se les explica que para realizar las prácticas en otra región deben utilizar la movilidad Sicue (Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios de España)», indica la vicerrectora. «Si realizan las prácticas en La Rioja hay más opciones de que, a la larga, se queden aquí», añade. Para Martínez Calvo, explicar el incremento de matriculados locales también se debe a otra causa: la gratuidad de la matrícula vigente desde el pasado año. «Beneficia y anima a los riojanos», argumenta.
Pasar de 75 a 120 universitarios por curso ha conllevado una levísima reducción en la nota de corte, que en estos cinco años ha pasado de 11,65 a 11,32, aunque como siempre no ha podido dar respuesta a las masivas peticiones de matrícula (2.186, casi quinientas más que el curso anterior, de las que 267 eran de estudiantes riojanos).
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Pese al mayor peso del alumnado regional, la realidad es que gracias a la citada circunscripción única y al tirón de los estudios superiores sanitarios continúan siendo los alumnos y alumnas del País Vasco los mayoritarios en la Facultad de las Ciencias de la Salud. En este curso, de esos 418 matriculados, 168 eran vascos.
Patricia Mogena Secretaria autonómica Satse
«En La Rioja existía y existe mucha fuga de estudiantes recién graduados»
La secretaria general autonómica de Satse, Patricia Mogena, reconoce que «es una muy buena noticia que el aumento en el número de plazas haya permitido a más alumnas riojanas estudiar Enfermería, porque es una manera de cubrir la escasez de enfermeras que sufrimos».
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Históricamente, el grado ha sido un imán para jóvenes de otras comunidades que, gracias a las notas de Bachillerato y la PAU, accedían al campus riojano. «Estudiaban aquí, pero luego por cuestiones personales y también por las condiciones laborales, que en la Rioja no son tan atractivas como en regiones vecinas, se marchaban. Existía y existe mucha fuga de estudiantes recién graduados», recalca la secretaria autonómica del sindicato de enfermeras.
Para Mogena, «está muy bien que se aumenten las plazas debido a la carencia de sanitarios, pero para lograr su permanencia y asociada a esa mayor oferta debe ir una mejoría de las condiciones laborales. No se trata solo de sueldo, aunque es el más bajo de las regiones vecinas y no solo comparado con el País Vasco o Navarra, sino también con Aragón o Castilla y León. Hablamos de condiciones laborales, de contratos, de temporalidad, de sobrecarga asistencial...», analiza la responsable de Satse.
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En un momento en el que los egresados «pueden elegir entre muchas ofertas», lograr que La Rioja resulte atractiva es clave, especialmente cuando a la falta de enfermeras se suma un próximo aluvión de jubilaciones. «Contamos con 6,36 enfermeras por cada mil habitantes, ligeramente superior a la media nacional. Pero para llegar a la ratio europea, según el Ministerio, sería necesario que Rioja contase con 664 profesionales más», recalca.
Por otro lado, Mogena también destaca la necesidad de promover las especialidades que aún no se han desarrollado en la región, como geriatría, pediatría o trabajo, y retener a personal altamente cualificado, como las matronas. «Si queremos dar calidad a la profesión, hay que fomentar la creación de esos puestos de residentes», reclama.
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