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ALIMENTOS CON ALCOHOL

JUAN QUINTANA LA TRILLA

Miércoles, 7 de agosto 2019, 23:54

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La cerveza y el vino están reconocidos como alimentos dentro de nuestro marco legal. Esta calificación no siempre es bien entendida. Según algunos detractores, induce al aumento de su consumo, ya que la connotación que tiene la palabra alimento no es la misma que bebida alcohólica. Lo que sucede es que ambas acepciones son compatibles. La fermentación de los azúcares de los frutos es un proceso que también se produce en la naturaleza y que los modifica, pero que no les hace perder su esencia de alimento. Pero no nos engañemos, cerveza y vino son de los pocos alimentos que no se compran para alimentarse.

Sin embargo estas bebidas-alimento tienen la singularidad de su estrecha relación con el ocio y el esparcimiento. Son consumidas en buena parte fuera de casa, en grupo, en celebraciones o en momentos de relax. En este sentido, la Asociación de Cerveceros de España ha vuelto a publicar este verano un interesante estudio sobre el consumo de cerveza que la sitúa en nuestro país por encima de los 4.000 millones de litros, y sigue subiendo.

Según el Observatorio Español del Mercado del Vino, su consumo ha venido cayendo históricamente, si bien es cierto que a partir del 2007 el descenso ha sido menor y ha pasado de 1.100 millones de hectolitros a los aproximadamente 1.000 millones consumidos en la actualidad; una bajada del 9%, que no es poca cosa.

La realidad es que la cerveza hace décadas que adelantó al vino. No hay una sola razón que lo explique, pero sin duda la publicidad ha influido. En el caso de la cerveza se hace por marcas, de la misma manera que la del vino se hace principalmente por denominaciones de origen. Quizás lo que ha sucedido es que las marcas de cerveza han invertido mucho más en publicidad que las denominaciones de origen de vino, o que la marca de cerveza es fácilmente identificable en un lineal mientras que no lo es tanto el nombre de la denominación de origen del vino, siempre menos visible que la marca de bodega. Por ende, siendo la marca de bodega la imagen más visible de la etiqueta, muy pocas bodegas han destinado recursos significativos a publicidad.

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