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Parte del Equipo de Apoyo a la Víctima de Discapacidad Intelectual de FEAPS, con su coordinadora, Soraya Arnedo en el centro.
FEAPS La Rioja detecta 17 casos de abusos a discapacitados intelectuales en dos años

FEAPS La Rioja detecta 17 casos de abusos a discapacitados intelectuales en dos años

Un equipo de apoyo a la víctima, pionero en España, que colabora con el sistema judicial y las policías, ha formado ya a 320 usuarios y 150 cuidadores en la región

Roberto G. Lastra

Martes, 7 de junio 2016, 19:25

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El Equipo de Apoyo a la Víctima de Discapacidad Intelectual de FEAPS La Rioja ha detectado ya, en sus dos años de trabajo, 17 presuntos casos de abusos a discapacitados, según detalló ayer, en declaraciones a Diario LA RIOJA, Soraya Arnedo, coordinadora de este grupo especial, presentado ayer a la sociedad riojana durante un acto celebrado en la Casa de los Periodistas.

La cita contó con la presencia del jefe del Ejecutivo regional, José Ignacio Ceniceros; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Ignacio Espinosa; el delegado del Gobierno, Alberto Bretón; el director del Instituto de Medicina Legal de La Rioja, Jorge González; y una nutrida representación de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja y del EMUME (Equipo Mujer Menor) de la Guardia Civil.

La iniciativa, pionera en España, se fraguó hace cuatro años en FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) La Rioja, según explicó ayer su presidenta, Ana Revilla, quien justificó la decisión en la «enorme vulnerabilidad de las personas con discapacidad intelectual a ser víctimas de abusos, que pueden ser físicos, psicológicos, sexuales o económicos». En concreto, Revilla alertó de que este colectivo «tiene 10 veces más probabilidad de padecer estas situaciones que la población general; una vulnerabilidad que se incrementa en las mujeres, con una probabilidad de ser víctimas de abusos de 13 veces más; y en los menores, 7 veces más que aquellos que no padecen discapacidad intelectual», una estadística demoledora, a la que la presidenta de FEAPS La Rioja aportó una alerta más: «Solo el 3% de estas personas que han sufrido algún tipo de abuso lo verbaliza».

Cuatro años de formación

Ante dicho panorama, FEAPS La Rioja decidió activar la novedosa iniciativa y hace cuatro años envió a formarse a Madrid, a la Unidad Especializada de Apoyo a la Víctima con Discapacidad Intelectual de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, a los integrantes del futuro equipo riojano de facilitadores, formado hoy por ocho profesionales -psicólogos y trabajadores sociales- coordinados por Soraya Arnedo. «Lo que hemos hecho es especializarnos, y seguimos haciéndolo, en abuso y discapacidad intelectual, en especial en los factores de vulnerabilidad que se han detectado en este colectivo y que, además, precisan de unos apoyos específicos que en los recursos ordinarios muchas veces no existen», explica la coordinadora del equipo.

Su misión prioritaria es tratar de evitar o, en su caso, detectar los posibles abusos. «Para ello hemos formado ya a 150 profesionales de atención directa -cuidadores y monitores- de todos los perfiles para que aprendan a detectarlos; y, a la vez, a 320 personas con discapacidad intelectual para que sepan reconocer situaciones de abusos y diferenciar qué les pueden hacer otras personas y que no», sintetiza Soraya Arnedo.

El trabajo del equipo especializado ha dado ya unos excelentes frutos y en sus dos años acumula 21 intervenciones directas. «Hemos intervenido con 10 víctimas, tenemos cinco casos en observación porque hay sospechas de que pueda haber algo, aunque todavía no están corroboradas; y otros dos pendientes de evaluar, porque también hay indicios. Son 17 casos, números muy importantes», resume la coordinadora, quien aporta una preocupante lectura más: «Las estimaciones hablan de que el 10% pueden ser víctimas de abuso o al menos ser más vulnerables a padecerlos, con lo que en La Rioja, con 1.736 personas con discapacidad intelectual registradas, hablaríamos de 173».

Abusos sexuales

Entre las alertas a tener en cuenta, aparte de los signos físicos, que suelen ser más evidentes, la coordinadora destaca «las alteraciones de conducta, una mayor agresividad, autolesiones, depresión, le de por esconderse en un sitio distinto, cambios en el sueño, en la alimentación...», un ramillete de alarmas que en algunas de estas víctimas no son tan fáciles de ver. «Hay veces que la discapacidad intelectual eclipsa el abuso», admite Soraya Arnedo, quien detalla qué se esconde detrás del drama: «Hablamos de todo tipo de abuso, económico, psicológico, físico, negligencia y abandono...; pero especialmente de los sexuales», un problema que la especialista achaca a que «ha habido una falta de educación sexual a las personas con discapacidad intelectual; durante años ha sido un tabú, se creía que eran asexuales, que no tenían sexo, que no tenían derecho... Eso ha contribuido también a ese factor de vulnerabilidad porque muchos de ellos a veces no saben distinguir si es una situación natural o es de abuso. Eso se ha intentado cambiar, pero a veces te encuentras con el obstáculo de las propias familias, que son reacias a trabajar estos temas».

Además de escuchar a la víctima, el grupo de apoyo de FEAPS La Rioja le explica los pasos que puede dar, por ejemplo presentar denuncia, y se le acompaña y arropa en todo el proceso posterior: trámites policiales y judiciales, revisión médico forense, etc.... Pero además de la víctima, la labor del equipo, de ahí su denominación de facilitadores, se extiende al resto de actores del proceso: cuerpos policiales, Instituto de Medicina Legal, juzgados... «Nuestra labor es importante, pero si no hay una colaboración y un trabajo estrecho con los recursos, no es efectivo», remacha Soraya Arnedo.

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