De la bicicleta regenerativa al escaparate virtual

Recién salido del horno, Jiménez Macías presume de un nuevo proyecto. Dice que es «la niña de sus ojos». Se trata de una bicicleta regenerativa que es capaz de aprovechar las frenadas para cargar electricidad y la electricidad utilizarla para facilitar el avance, «similar al kers de la fórmula 1, pero en este caso la ventaja es que no tenemos motor, ni dinamo para sacar la energía ni un motor en el eje, está basado en el principio del motor lineal», explica. De momento no está en explotación pero tiene confianza ciega en que pronto lo estará porque es ahora cuando están empezando a contactar con empresas para mostrarles un proyecto que tiene el éxito garantizado.

Otra de sus patentes es un escaparate virtual y al igual que la anterior lleva el sello de Juan Carlos Sáenz-Díez Muro y Julio Blanco Fernández, doctores ingenieros industriales, y el técnico especialista en fabricación, José Manuel Sierra. Se trata de una patente que han desarrollado en el marco de una iniciativa de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER) con la tienda Mikonos en Logroño. Una vez que esté instalado -previsiblemente en unas semanas- cuando detecte que hay alguien delante del escaparate, se encenderá la iluminación que podría variar en función de si es hombre, mujer o niño quien esté enfrente. Además, aparecerá una pantalla interactiva de tal modo que el usuario, con la mano, será capaz de ir pasando las páginas del catálogo e incluso hacer compras.

En la mente ya hay otro prototipo más avanzado. En este caso, un probador virtual que permita al cliente comprobar en una pantalla cómo le sienta una determinada prenda. De momento se está estudiando la viabilidad de esta segunda fase y si, como con la anterior, logran la ayuda del Gobierno regional, es posible que sea una realidad en un futuro no muy lejano.

En la larga lista de inventos también hay un abultado número de aerogeneradores. Uno de ellos llegó a estar en explotación, pero la evolución de un sector, el de las renovables, que en los últimos años camina sobre la cuerda floja, llevó a la quiebra a la empresa. Aquel invento consistía en un generador con un eje de rotación vertical. «Tenía una eficiencia altísima, sobre todo para velocidades muy bajas, es decir, ideal para entornos urbanos para ponerlo en tu casa y ser suficiente para tener luz, ver la tele, básicamente para autoconsumo en zonas urbanas», explica.

De sus patentes, varias están en explotación, la mayoría son inventos relacionados con el mundo del vino, como prensas, que hoy utilizan algunas bodegas riojanas.