Diez formas de entrar en calor sin enchufar la calefacción

Llega el invierno y cada vez que toca acercarse al regulador de la temperatura uno echa a temblar con los facturones que se preparan. para que tu bolsillo no tirite este invierno deberías tomar una serie de medidas que te ayudarán a estar en casa más calentito y sin tener que mirar la ruleta del termostato como si estuviera apuntando con un arma. El artículo lo recoge ABC.com.

1. La alimentación es uno de los mayores aliados y el gran combustible para el cuerpo durante el invierno. La dietista-nutricionista Julia Farré recomienda tomar en la medida de lo posible preparaciones caldosas, platos de cuchara caliente y ricos en grasa. En vez de tomar la fruta cruda tomarla asada al horno o al microondas. Otro truco es comer cada 2-3 horas para mantener el cuerpo con energía. Hay que pensar que el cuerpo es como una un motor y que en invierno las necesidades de gasolina se incrementan. Los alimentos más energéticos deben estar en la cabeza de la lista de la compra.

2. Adecuar la indumentaria. Lo más recomendable es vestirse con la técnica de la «cebolla», es decir con varias capas, para poder mantenerse secos y calientes. Usar pijamas abrigados y calcetines gordos ayuda a que entremos en calor más rápido en casa.

3. Intentar hacer vida en los puntos más calientes de la casa, como puede ser la cocina que suele tener un ambiente más cálido al estar continuamente cocinando. Si contamos con chimenea, mejor mantenerse cerca de la misma.

4. Hacer ejercicio adaptado siempre a las limitaciones de espacio de casa. Hacer sentadillas o abdominales es una buena forma de aumentar las pulsaciones y la temperatura corporal. Otra recomendación es renunciar al ascensor y subir por escalera, así entraremos en casa ya con la temperatura corporal un poco más elevada.

5. Antes de dormir beber un vaso de leche o una infusión caliente no sólo ayudará a conseguir un estado de relajación y calma además favorecerá el sueño y hará que el cuerpo entre en calor muy rápido.

6. Optar por los baños calientes en lugar de las duchas rápidas en la medida de lo posible. La falta de tiempo y el gasto que supone hacer uso de la bañera hace que esta opción no esté al alcance de todo el mundo. Pero dedicar por ejemplo un día del fin de semana a relajarnos y a dejarnos envolver por el vapor que desprende el agua caliente es sin duda una opción perfecta para hacer frente a las bajas temperaturas.

7. Sustituir las sábanas de algodón por las de felpa. Cambiar los juegos de sábana cuando el termómetro empieza a bajar convierte el momento de irse a dormir en uno de los más apetecibles del día. Elegir un buen nórdico y mantas que aíslen del frío es esencial .

8. Masajear las manos y los pies no sólo favorece la circulación sanguínea, también consigue que la temperatura corporal aumente. Frotarse las manos es uno de los gestos más habituales cuando el frío es el gran protagonista.

9. Mantener las defensas altas del organismo ayuda también a llevar mejor el frío. Por ello, mantener unas buenas pautas de higiene en el hogar, alimentarse bien y no exponerse a cambios bruscos de temperatura que suelen producirse por corrientes en el hogar es fundamental para que el sistema inmune no se vea resentido.

10. Dormir acompañado. Un abrazo, una caricia bajo las sábanas muchas veces hace más efecto que ponerse todas las capas de ropa del mundo.