Efecto contagio
Los comerciantes de San Antón y coinciden en que a la zona se va a comprar, lo que provoca que se adquiera algo en un comercio concreto y el mismo cliente se anime a pasar por alguna tienda más
Belén Martínez-Zaporta
Jueves, 1 de mayo 2014, 20:58
Los comerciantes de San Antón y García Morato coinciden en la opinión del 'efecto contagio'. Cristina López de Baró comenta en algo a este respecto. Conoce bien a su público: con un vestido especial que una clienta ha comprado en otro establecimiento llegan los zapatos, los complementos... a veces incluso antes. Ella es la dueña de Trece Marmotas, una zapatería en la que el diseño del local te envuelve para disfrutar con una detenida mirada de sus estanterías.
Abandonó con cierta pena el pasado junio la zona de Calvo Sotelo, que perdió mucho público con la desaparición de Maristas. Lo cierto es que locales como La Oca también tomaron la difícil decisión del traslado, en este caso, muy cerca de San Antón, a República Argentina. Bimba y Lola, en Doctores Castroviejo, también apareció junto a Sol y Sol y Montepicaza. La firma valenciana Pasodoble, unos metros más allá en dirección a Gran Vía se marchó a finales de año. Su local lo ocupó una cuentería que estuvo lista alrededor de un mes después y en dos días.