Zapatero da un voto de confianza a Maduro

Los nuevos comicios, encaminados en principio a garantizar que Maduro siga al frente de Venezuela durante otros seis años, según la oposición nacen una vez más carentes de trasparencia al prohibirse la presencia de observadores internacionales imparciales y las mínimas garantías democráticas según criterios universales. Sus principales dirigentes -Leopoldo López, Henrique Cariles o Antonio Ledezma- están inhabilitados por decisiones judiciales o administrativas, el censo continúa sin ser renovado y el Consejo Electoral es controlado por chavistas.

El escenario se presenta similar al de cualquiera de los comicios celebrados durante los últimos años en la nación petrolera, solo amparados por el paraguas de gobernantes populistas como el ecuatoriano Rafael Correa o el boliviano Evo Morales. Sin embargo, Maduro sumó ayer un nuevo valedor para su causa: José Luis Rodríguez Zapatero, que encabezaba la fracasada mesa de conversaciones de Santo Domingo.

El expresidente español sorprendió al enviar una carta a la oposición venezolana en la que le reclama que suscriba el acuerdo elaborado por la comisión que facilitó el diálogo y que se negó a un nuevo proceso electoral sin garantías tras las irregularidades detectadas en las regionales de octubre y en las municipales de diciembre.

Al parecer, Zapatero, según su misiva, considera posible que el Gobierno lleve a cabo un proceso electoral «con garantías» bajo el escrutinio de una observación internacional bajo el mandato de Naciones Unidas y todo tipo de auditorías.

El antiguo líder socialista dice pensar «en la paz y la democracia» cuando defiende «el consenso básico para un gran acuerdo que supone una esperanza real y valiente para el futuro de Venezuela», que, según estima, se alcanzó en República Dominicana aunque no llegó a ser suscrito. El pacto contemplaría, asimismo, una «posición sobre las sanciones, las condiciones de la comisión de la verdad, la cooperación ante los desafíos sociales y económicos, el compromiso por una normalización institucional y para un funcionamiento y desarrollo plenamente normalizado de la política democrática».

El presidente dominicano, Danilo Medina, anfitrión del proceso de paz, mantuvo una teoría similar y añadió que «la oposición se negó a firmar un texto ya rubricado por Maduro por considerarlo insuficiente». Los antichavistas, tras una supuesta llamada desde Estados Unidos, pidieron la liberación de los «presos políticos» y rechazaron el 22 de abril como fecha electoral, un día inicialmente consensuado después de que el Gobierno optara por marzo y los opositores por junio.

La oposición, formada por numerosos partidos, se concentró ayer para decidir si concurría a los comicios y presentaba un candidato único.