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El exenfermero Niels Högel. Efe
Cárcel perpetua para el mayor asesino de la historia criminal alemana

Cárcel perpetua para el mayor asesino de la historia criminal alemana

Al comienzo del proceso se le acusó de un centenar de asesinatos, pero el tribunal tuvo que retirar 15 sumarios por falta de pruebas

Juan Carlos Barrena

Corresponsal en Berlín (Alemania)

Jueves, 6 de junio 2019, 20:45

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El antiguo enfermero y experto en reanimación alemán Niels Högel cuenta con un triste récord. Desde este jueves es el mayor asesino en serie de la historia criminal germana. La Audiencia de Oldenburgo condenó este jueves a Högel a cadena perpetura revisable por el asesinato probado de 85 pacientes. Un récord que, sin embargo, se presume aún mayor. Los responsables de la investigación del caso calculan que sus víctimas podrían ser mas de 300. Al comienzo del proceso se le acusó de un centenar de asesinatos, pero el tribunal tuvo que retirar 15 sumarios por falta de pruebas. El enfermero había admitido su culpa en 43 casos concretos, pero también confesó que hacía mucho tiempo que había perdido la cuenta de sus víctimas y reconocido que la cifra sería aun mayor. «Me he sentido como el contable de la muerte», dijo el presidente del tribunal, el juez Sebastian Bührmann, durante la lectura de la sentencia. «Su culpa es inconcebible», subrayó Bührmann, quien destacó que Högel mató sistemáticamente a sus pacientes semana a semana, mes a mes, año a año entre 2000 y 2005.

«A veces ni la peor fantasía es suficiente para describir la verdad», señaló el juez. Como enfermero sucesivamente en las unidades de emergencias de los hospitales de Oldenburgo y Delmenhorst, Högel aprovechaba para inyectar a escondidas a sus pacientes sustancias que inducen paros cardiacos, para poco después acudir el primero a su reanimación. Disfrutaba del reconocimiento de sus compañeros de trabajo cuando rescataba la vida de un enfermo. Como un bombero que provoca incendios y acude luego raudo a apagarlos. «Enseguida vimos que era una suerte de Rambo de los enfermeros. A veces pasa que los que trabajan en emergencias se creen que son grandes héroes del rescate y Högel era uno de ellos», declaró en el proceso su antiguo colega en el hospital de Oldenburgo Frank Lauxtermann. Éste reconoció que no sospechó nada durante un tiempo. «Al principio pensaba que era mala suerte, hasta que una colega preguntó ¿está de guardia el verdugo Högel?», señaló el testigo, quien comentó que llegó a tener 14 reanimaciones y cinco muertes en un solo fin de semana.

Alarmado por las sospechas, el director del centro clínico despidió a Högel, pero sin denunciarlo para no manchar la fama de su hospital y encima con buenas referencias, de manera que al poco fue contratado en la vecina localidad de Delmenhorst y pudo continuar incrementando su lista de víctimas. Hasta que en 2005 fue detenido tras ser descubierto con las manos en la masa cuando se disponía a inyectar una dósis letal a un paciente. Niels Hölger había sido condenado ya en 2015 a cadena perpetua por dos asesinatos, pero los fiscales solicitaron la revisión del caso y ordenaron la exhumación de los cadáveres de mas de un centenar de pacientes. En muchos casos más el análisis no fue posible porque sus presuntas víctimas habían sido incineradas. Pero en los positivos se registraron altos niveles de potasio, un componente de las sustancias que inyectaba el asesino para provocar los paros cardiacos.

La culpabilidad de Niels Högel es tan evidente que sus propios abogados solicitaron la pena de cadena perpetua para su cliente, aunque por un número inferior de crímenes. Su peritaje psiquiátrico confirmó que el enfermero era consciente de sus actos, aunque certificó alteraciones de personalidad como la falta de culpabilidad, arrepentimiento y empatía. Un día antes de la lectura de la sentencia Niels Högel tomó la palabra para pedir perdón a los familiares de sus víctimas. Mas de un centenar formaban parte de la acusación particular. «No hemos podido despejar una parte de la niebla que cubre este proceso. Eso nos causa una cierta tristeza», dijo el presidente del tribunal al dirigirse a los interesados. El caso no se cierra con la condena del enfermero. Los fiscales tienen abiertos varios sumarios contra los hospitales, sus responsables y varios compañeros y superiores de Högel por encubrimiento e incluso complicidad al no impedir y denunciar los crímenes pese a conocer o presumir que se estaban cometiendo.

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