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Alegría entre los seguidores del partido ultraderechista Demócratas de Suecia durante el seguimiento del escrutinio en Estocolmo. :: reuters
La ultraderecha tendrá la llave en Suecia

La ultraderecha tendrá la llave en Suecia

Los socialdemócratas son los más votados al 50% del escrutinio, pero el avance de los extremistas complica que sigan en el poder

DANIEL DICKSON

ESTOCOLMO.

Lunes, 10 de septiembre 2018, 00:41

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Los sondeos publicados por dos canales televisivos situaban anoche a los dos grandes bloques políticos suecos, el de centro-izquierda y el de centro-derecha prácticamente empatados después de una jornada de elecciones legislativas que deparó nuevas ganancias para Demócratas de Suecia (SD). Y el avance del escrutinio colocaba al partido ultraderechista que lidera Jimmie Akesson en posición de ejercer un papel de árbitro en la conformación del próximo Gobierno de Estocolmo, un proceso que se presenta largo y complicado.

Suecia, una de las naciones de tradición más liberal y abierta en Europa, gira a la derecha en un clima social de miedo a las consecuencias de una inmigración insuficientemente gestionada y a su impacto en un Estado de Bienestar paradigmático, pero en el que los ciudadanos aprecian insuficiencias en los últimos tiempos. En las elecciones de ayer, como ocurrió antes en otros países de la Unión Europea, los votantes se mostraron polarizados a la hora de afrontar a un 18,5% de población de origen extranjero -en un país con diez millones de habitantes-, 160.000 solicitudes de asilo desde 2015 y más de 400.000 en los últimos seis años.

«Creo que vamos a superar el 20%», decía anoche muy esperanzado el secretario general de Demócratas de Suecia, Richard Jomshof. «Queremos ser una fuerza de gobierno». Con el 50% de los votos escrutados, la formación ultra se situaba en tercer lugar en las preferencias, con cerca del 18% de los apoyos según el portal de análisis Europe Elects. Un porcentaje que se reduce a la mitad en la capital del país, donde es la cuarta fuerza política. El objetivo de sus dirigentes era bastante más ambicioso, pero ganarían cinco puntos en todo el país porque partían de un 12,9%. Y en una situación de potencial bloqueo político, los electores habrían entregado la llave a un grupo que quiere sacar al país de la UE y congelar la llegada de extranjeros.

Bruselas recibe el golpe sueco después de los de la Liga en Italia y el Partido de la Libertad en Austria Suecia gira a la derecha por la inquietud ante la gestión de 160.000 solicitudes de asilo desde el 2015

El Partido Socialdemócrata del primer ministro Stefan Lofven sería el más votado, con cerca del 28% de las preferencias del electorado, pero la formación ahora en el Gobierno junto a los Verdes y La Izquierda obtiene el peor resultado de su historia. En la Alianza conservadora, los Moderados superarían el 19% y ocuparían el segundo lugar. Si los resultados finales sitúan a esta formación y sus socios -el Partido del Centro, los Demócratas Cristianos y el Partido Popular Liberal- en disposición de aspirar al Ejecutivo, deberían decidir si están dispuestos a romper el cordón sanitario para aislar a la ultraderecha que funcionaba hasta ahora.

Abstención

Un proyecto de Gobierno conservador precisaría del concurso del SD o al menos de su abstención para alcanzar el poder. La Alianza ya anticipó que, en cualquier caso, no dejaría gobernar al bloque minoritario más votado, como ocurrió en 2014 con los socialdemócratas. Durante la campaña, el primer ministro Lofven invitó sin éxito a centristas y liberales -los más escépticos en la derecha a rozarse con los ultras- a un acuerdo parlamentario.

El nuevo avance de las fuerzas más extremistas de derecha, en un país además simbólico como Suecia, constituye un nuevo motivo de preocupación para Bruselas. Los dirigentes comunitarios, con un ojo puesto en las elecciones al Parlamento Europeo previstas para dentro de un año, ven ahora cómo una nación de impecables credenciales democráticas suecas se suma al coro de euroescepticismo que quiere torcer los destinos de la UE.

El golpe de Suecia llega después del 17% obtenido en Italia por la xenófoba Liga de Matteo Salvini, que lo aupó al Gobierno junto al también crítico con Europa Movimiento 5 Estrellas. Y del 26% logrado en Austria por el Partido de la Libertad del ahora canciller Sebastian Kurz. Y del creciente empuje de los extremistas de Alternativa para Alemania (AfD).

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