Borrar
Ciudadanos surcoreanos escuchan el discurso de Kim. :: J. Yeon-Je / afp
Kim tiende la mano a Seúl pero advierte  de que tiene el botón nuclear en su mesa

Kim tiende la mano a Seúl pero advierte de que tiene el botón nuclear en su mesa

El dictador de Corea del Norte se fija como objetivo para este año la construcción de «mísiles balísticos en masa»

Z. ALDAMA

SHANGHÁI.

Martes, 2 de enero 2018, 00:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los discursos de Año Nuevo de Kim Jong-un tienen un tono muy peculiar. «Todo el territorio de Estados Unidos está al alcance de nuestras armas atómicas, y el botón nuclear está siempre sobre mi escritorio. Es una realidad, no una amenaza», dijo ayer el dictador norcoreano con Trump en mente. Su propósito para 2018 también se aleja de los que suelen expresarse en estas fechas: «Este año debemos centrarnos en fabricar cabezas nucleares y misiles balísticos en masa para su despliegue inmediato», sentenció. Eso sí, Kim aseguró que estas armas «solo serán utilizadas si la seguridad del país se ve amenazada».

Curiosamente, para la hermana surcoreana el presidente tuvo palabras más amables. «Es imperativo que mejoremos las relaciones», afirmó antes de tender la mano al diálogo y anunciar un gesto inesperado: la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en la localidad surcoreana de Pyeongchang el mes que viene. Es muy significativo porque el régimen comunista boicoteó la Olimpiada de Seúl en 1988. «Nuestra participación será una buena oportunidad para mostrar la unidad del pueblo, y espero que los Juegos sean un éxito», declaró para sorpresa de Seúl, que no tardó en responder en el mismo tono amistoso.

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, también televisó un mensaje a la nación, aunque lo hizo en clave optimista y centrado en los avances de la segunda potencia mundial. Xi recalcó la gran transformación económica del país, recordó algunos hitos científicos, y subrayó que «China también tiene que ser escuchada» en el mundo. En diez minutos, el mandatario tuvo tiempo para reconocer que el gigante asiático también se enfrenta a grandes retos. Expresó su propósito de lograr una sociedad más justa e igualitaria en casa y de defender la legalidad internacional fuera de ella.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios