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La UE refuerza los planes de contingencia ante una salida de Reino Unido sin consenso

Tusk destaca que «hay buena voluntad» para lograrlo y emplaza a «no rendirnos» mientras se desliza que habrá otra cumbre en noviembre

SALVADOR ARROYO CORRESPONSAL

BRUSELAS.

Martes, 16 de octubre 2018, 00:34

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«Debemos preparar a la UE para un escenario sin acuerdo, lo cual es más probable que nunca». Esa frase la firmaba ayer Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, en la carta de invitación que giró a los jefes de Estado y de Gobierno en vísperas de la cumbre que se celebrará mañana y el jueves en Bruselas. Es la misma reflexión que él anticipó al encuentro informal de líderes de Salzburgo a finales de septiembre y que acabó como acabó: con Theresa May 'empequeñecida', sorteando las espaldas de sus colegas, sin hueco en la foto. O sea, 'humillada' tras el 'no' gélido a su 'plan Chequers'.

Conclusión: el 'Brexit' vuelve a la casilla de salida después de esa reunión sorpresa del domingo en Bruselas entre los negociadores Michel Barnier (UE) y Dominic Raab (Reino Unido). Retroceso. O no. El problema de Irlanda sigue ahí, nadie lo niega. Pero hay un mayor caos (o ambigüedad) en los mensajes. Ejemplos. Tusk, antes de llegar a plantear la advertencia con la que arranca esta crónica sostiene lo siguiente: «Debemos permanecer esperanzados y decididos, ya que hay buena voluntad de continuar estas conversaciones». Y se apoya en una cita («Siempre parece imposible hasta que se hace») para zanjar: «No nos rindamos». Palo y zanahoria a partes iguales.

Más ejemplos. El portavoz del Ejecutivo comunitario advertía por la mañana que «los trabajos de contención -para un 'Brexit' sin acuerdo- continúan y se están intensificando». Pero lo hacía después de que el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, dijera en Luxemburgo a la agencia EFE que «los acuerdos nunca llegan hasta el último momento. No hay que dramatizar, todavía tenemos un mes». De forma velada, apuntaba a la convocatoria 'de facto' de esa cumbre extraordinaria de noviembre.

El encuentro que se iba a celebrar ayer entre los 'sherpas' (los representantes de los jefes de Estado) para consensuar la redacción de un borrador de acuerdo, se suspendió. No hay que olvidar que hasta el sábado se lanzaban señales de pacto desde ambos lados del Canal de la Mancha. Y Barnier, que informa hoy a los ministros de Exteriores, en formato 27, no comparecerá después ante los medios de comunicación (algo inusual).

La UE se replegó ayer. El mismo día en que May sondeaba apoyos en su Parlamento y defendía que «el acuerdo aún es posible». Gobierna sobre un polvorín, con el respaldo de los unionistas del DUP, contrarios a cualquier acuerdo, y pendiente del motín iniciado por 44 diputados conservadores que la han reprobado formalmente (cuatro más y tendría que poner su cargo a disposición del partido). Supuesto uno: May podría no ser una interlocutora válida para Bruselas. Supuesto dos: supera la enésima crisis, no se 'volatiliza' y presenta una propuesta de acuerdo contrarreloj, incluso antes de que acabe la semana. Por eso siempre quedará noviembre.

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