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El obispo chileno Luis Fernando Ramos, en el Vaticano. REUTERS
Los obispos chilenos renuncian en bloque ante la crisis de los abusos

Los obispos chilenos renuncian en bloque ante la crisis de los abusos

El Papa se tomará su tiempo para reflexionar sobre todo lo escuchado estos días antes de empezar a cortar cabezas

DARÍO MENOR

ROMA.

Sábado, 19 de mayo 2018, 00:40

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Cuando los historiadores de la Iglesia analicen en el futuro el pontificado de Jorge Mario Bergoglio tendrán que dedicar un buen espacio a cómo respondió a la crisis de la Iglesia chilena, golpeada por décadas de abusos sexuales a menores cometidos por eclesiásticos en medio del encubrimiento y la indiferencia general ante las víctimas. A ese capítulo le quedan todavía por escribir varias páginas. El Papa tiene que decidir ahora qué hacer con los obispos del país austral después de reunirse esta semana con ellos durante tres días en el Vaticano y de que todos pusieran sus cargos en sus manos para que «libremente decida» su destino. «Queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones», dijeron los miembros de la Conferencia Episcopal Chilena en un comunicado leído por el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González. Es un gesto insólito que 34 prelados presenten en bloque y por escrito su renuncia a Francisco, pero evidencia la magnitud del problema. La pelota está ahora en el tejado del Papa, que probablemente se tomará su tiempo para reflexionar sobre todo lo escuchado estos días antes de empezar a cortar cabezas.

Es previsible que haya al menos cuatro obispos que dejen su cargo. Uno de ellos es Juan Barros, titular de la diócesis de Osorno, al que acusan de encubrimiento las víctimas del sacerdote pederasta Fernando Karadima. También podrían ser fulminados otros tres prelados que formaban parte de la camarilla de este eclesiástico que tuvo una gran influencia en la sociedad chilena. Habrá que ver qué pasa con el cardenal Francisco Javier Errázuriz, que según las víctimas también actuó con negligencia en el trato del 'caso Karadima'. Uno de los supervivientes de abusos incluso ha pedido su ingreso en prisión, algo que no es posible porque estos delitos ya han prescrito según la legislación chilena.

El cese de los obispos encubridores es la medida inmediata que esperan los fieles, pero no será la única que tome el Papa. En una carta reservada a los prelados cuyo contenido fue desvelado por el canal chileno Tele 13, Francisco dice que «sería irresponsable» no ir más allá para «buscar las raíces y las estructuras que permitieron que los abusos y el encubrimiento se sucedieran y se perpetuasen durante décadas». En esa dura misiva, el papa Francisco acusa a los obispos de mesianismo, elitismo y clericalismo y lamenta las «gravísimas negligencias» cometidas tanto por los prelados como por superiores de congregaciones religiosas a la hora de proteger a los niños, hablando claramente de delitos.

Francisco recuerda algunas de las conclusiones más duras desveladas por el informe de los dos especialistas en abusos que envió a Chile para investigar el 'caso Karadima'. Entre ellas está el traslado de una diócesis a otra de los sacerdotes pederastas sin preocuparse de que volvieran a tener contacto con menores de edad o la destrucción de documentos comprometedores en los archivos eclesiásticas. Bergoglio dice sentir «vergüenza» por estos episodios.

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