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Policías y sanitarios llegan al lugar donde fueron asesionados a tiros el viernes varios agentes en el Estado de Guanajuato. :: AFP
México entra en la recta final de su campaña más violenta

México entra en la recta final de su campaña más violenta

Desde el inicio de la carrera electoral en septiembre han sido asesinados 105 políticos y centenares de candidatos fueron agredidos

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

LA HABANA.

Domingo, 3 de junio 2018, 00:54

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Adiel Zermann fue asesinado el pasado 4 de mayo. Era candidato a la alcaldía de Tenango del Aire, un pueblo del Estado de México, por la coalición Juntos Haremos Historia. Tenía 39 años y muchas ilusiones que intentará cumplir su padre, Francisco, quien recogió un triste testigo para reemplazar a su hijo ante la desbandada que provoca el temor a morir por defender ideas o enfrentar grupos del narcotráfico.

Forma parte de una trágica lista, la que integran 105 políticos ejecutados desde septiembre. De ellos, 28 eran precandidatos y al menos diez, candidatos a alguno de los 3.406 cargos públicos en juego en las elecciones generales del 1 de julio. Otros 117 políticos están bajo amenaza. El Gobierno mexicano lanza la pelota fuera y asegura que si están sin vida no es por motivos políticos sino por disputas del crimen organizado o problemas personales.

Las últimas víctimas se registraron la madrugada de ayer y fueron tres mujeres. Dos de ellas pertenecían al Partido Verde Ecologista y aparecieron acribilladas a disparos en su vehículo. Eran la aspirante a diputada por un distrito de Puebla Juana Irais y la regidora de Juan Galindo Erika Cázares. La tercera, Pamela Terán, formaba parte de la lista de Hageo Montero, candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) a la presidencia municipal de Juchitán (Oaxaca). También fue tiroteada.

En este clima de amenaza, dentro de un mes los mexicanos acudirán a las urnas para elegir al presidente, cuyo mandato por una sola vez y a causa de la reforma electoral durará, en lugar de los seis años preceptivos, cinco años y diez meses, hasta octubre de 2024. Además, se elegirán 128 senadores, 500 diputados federales (nacionales) y cientos de puestos locales, entre ellos 8 gobernaciones, la jefatura de la Ciudad de México, diputaciones locales, ayuntamientos, juntas municipales y alcaldías.

Para llegar hasta ahí, los aspirantes y sus familias han transitado por la peor y más violenta campaña de la historia de la nación azteca. Desde el 8 de septiembre de 2017 se registraron 372 agresiones en contra de políticos, un promedio de 3 por día, y 44 atentados en contra de familiares de algún candidato o servidor público, con un total de 105 políticos y 46 parientes asesinados, revela el Indicador de Violencia Política en México publicado a finales de mayo por la consultora Etellekt.

El denominador común fueron «los comandos» que participaron en el 67% de los casos. «En otro 16% las víctimas fueron halladas con signos de tortura y violencia extrema. El 83% fueron ejecutadas con el sello característico del crimen organizado», señala el informe. El 72% de los ataques fueron dirigidos contra políticos de oposición, principalmente en los Estados del centro y sur del país. Entre las víctimas mortales se encuentran, además de los 38 aspirantes, 17 exalcaldes, 13 regidores y 12 presidentes municipales en funciones. Según los analistas, la escalada de violencia responde al intento del crimen organizado de mostrar su poderío e infundir miedo.

Negativo balance

A menos de un mes de los comicios, el presidente Enrique Peña Nieto se esfuerza en presentar los avances del país para minimizar el impacto de la violencia, pero la realidad se impone por mucho que diga que los «mexicanos nos autoflagelamos, decimos que estamos mal y en un escenario crítico».

El informe de Etellekt descarta la 'flagelación'. Los números, aunque fríos, no mienten. El sexenio de Peña es el peor en violencia, inseguridad y crímenes en los últimos 18 años: 90 ejecuciones diarias, 25% más que en el mismo lapso de 2017; el robo de combustible creció un 34% en marzo y el robo de mercancías es un 108% mayor que en el primer trimestre de 2016 y un 65% más que en 2017.

Y la violencia arrolladora ha calado la campaña electoral. Nadie está seguro. Ser candidato es una actividad de alto riesgo. Y según Etellekt, se aprecia el «negocio» de las ejecuciones. Los métodos para los asesinatos son diversos. Balas, cuchillos y fuego están entre los preferidos por los asesinos. Los colores de partidos no protegen a nadie. Hay muertos de todo el arco político, toda edad, experiencia o región, aunque los miembros del gobernante PRI han sido los más castigados con 11 asesinados. Y Guerrero es el Estado más violento y peligroso. Ahí murieron la tercera parte de los aspirantes.

Sorteando estos peligros, los aspirantes a la presidencia del país prosiguen sus mítines y las encuestas perfilan las preferencias de los votantes mexicanos. En la cabeza, como favorito figura el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Obtiene un 52% en una encuesta del diario 'Reforma' publicada esta semana. El conservador Ricardo Anaya, del Partido de Acción Nacional (PAN), va segundo con un 26%. Por detrás se sitúan José Antonio Meade, del PRI (19%) y el independiente Jaime Rodríguez (3%).

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