Borrar
Un amigo del sanitario palestino fallecido ayer en Gaza por disparos de francotiradores israelíes llora junto a su cuerpo. :: reuters
Israel y Hamás se dan una tregua

Israel y Hamás se dan una tregua

Francotiradores hebreos matan a dos palestinos en la verja de separación en Gaza pero se detienen los bombardeos y el lanzamiento de cohetes

MIKEL AYESTARAN

JERUSALÉN.

Viernes, 10 de agosto 2018, 23:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Israel y Hamás elevaron la tensión en Gaza al mayor nivel que se recuerda desde la guerra de 2014 antes de acordar un alto el fuego temporal. Después del lanzamiento de 180 cohetes desde la Franja y de que el Ejército atacara 150 objetivos, que dejaron tres muertos, entre ellos una mujer embarazada y su hija de un año y medio, las facciones palestinas informaron a última hora del jueves del pacto alcanzado para una tregua gracias a la mediación de Egipto. Como es habitual en estos casos, el Estado hebreo no confirmó la información ya que, oficialmente, «Israel no negocia con terroristas», pero los bombardeos cesaron y el silencio volvió a Gaza.

«La mediación de Egipto ha logrado devolver la calma a la zona y frenar la escalada de violencia entre Israel y las facciones palestinas. Nosotros vamos a respetar la calma, siempre que Israel haga lo propio», declaró una fuente palestina implicada en la negociación a la agencia Reuters. Tras el lanzamiento masivo de cohetes en los últimos días, el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, señaló que el Estado hebreo «es muy débil y puede ser derrotado fácilmente».

Los islamistas llamaron ayer a la población a participar un viernes más en las movilizaciones de la Gran Marcha del Retorno en la verja de separación. Como consecuencia, un sanitario y un manifestante perdieron la vida por disparos de los francotiradores israelíes en Rafah y otros 170 convocados resultaron heridos en esta vigésima semana consecutiva de protestas, según informó el Ministerio de Sanidad en la Franja.

Desde el Gobierno israelí no hubo comentario alguno, aunque el Ejército levantó las restricciones de seguridad a las localidades más próximas a la Franja y desde la medianoche no se produjeron bombardeos por lo que parece que también se sumó al planteamiento de «calma a cambio de calma». Esta medida se produjo tras la reunión del jueves del gabinete de seguridad, en el que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, «ordenó a los militares que sigan actuando con fuerza» contra los grupos armados palestinos.

El periódico 'Maariv' aseguró que durante la reunión de las autoridades hebreas el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, fue el único que reclamó una operación importante en Gaza al estilo de la de 2014. En esa última gran ofensiva Israel mató a 2.500 palestinos, la mayoría civiles, según los datos de Naciones Unidas.

Acabar «con el terror»

Alon Davidi, alcalde de Sderot, la ciudad hebrea más afectada por el lanzamiento de cohetes, criticó el alto el fuego porque «comprendo que las autoridades quieran negociar, pero ya es hora de que Israel acabe con el terror a través de la vía militar. Esta guerra que va y viene es insana», según recogieron los medios locales. La única que rompió el silencio del Gobierno sobre el acuerdo con Hamás fue la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, quien pidió «volver a la política de asesinatos selectivos contra los líderes» islamistas. Regev viajó a las poblaciones fronterizas con Gaza y declaró que «la ecuación debería ser muy simple: si nuestros hijos viven con miedo, entonces el liderazgo de Hamás debe vivir con miedo».

Esta última escalada de tensión, como las anteriores en los últimos meses, hace mella en una tregua que parece frágil y no servirá para aliviar la grave situación que sufren los dos millones de habitantes de la Franja. Hamás reclama el final del bloqueo impuesto por Israel y Egipto, pero como mucho deberá conformarse con la reapertura de Kerem Shalom, único paso para la entrada de mercancías cerrado desde hace un mes, y la ampliación del límite para la pesca. A cambio deberá frenar el lanzamiento de cohetes y evitar que los manifestantes lancen al otro lado de la verja globos y cometas incendiarias cada viernes. La calma en Gaza es una sensación efímera.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios