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'Hackers' rusos se infiltran en la red interna del Gobierno alemán

Los piratas atacan varios ministerios y el contraespionaje germano investiga si han podido acceder a datos confidenciales

JUAN CARLOS BARRENA

Jueves, 1 de marzo 2018, 00:36

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berlín. Piratas informáticos extranjeros han conseguido infiltrarse en la red interna de datos del Gobierno y los servicios de Inteligencia germanos, considerada hasta ahora segura y prácticamente inviolable. Varios medios de información alemanes revelaron ayer que entre los objetivos atacados presumiblemente con éxito por 'hackers' rusos se encuentran los ministerios federales de Defensa, Exteriores e Interior. El último de ellos reconoció la infiltración: «Podemos confirmar que la Oficina Federal de Seguridad y Tecnología Informática (BSI) y los servicios secretos investigan un incidente que afecta a la tecnología informática y la red de datos de la Federación», señaló un portavoz ministerial. Los agresores consiguieron acceder a la red de datos de la Administración federal y las líneas que comunican los centros de datos de Berlín y Bonn.

Al parecer la infiltración, con la introducción de programas malignos y el robo de datos reservados, fue descubierta en diciembre, pero las autoridades que podría haber estado activa todo el año. Desde entonces el contraespionaje federal trata de averiguar su alcance.

Fuentes de los servicios de Inteligencia atribuyen el ataque al grupo pirata APT28, que muchos expertos consideran dirigido y orquestado por el Gobierno ruso. El mismo grupo es el presunto autor del ataque del Bundestag, el Parlamento federal, en 2015. La empresa de seguridad estadounidense FireEye califica a APT28, conocido también como Sofacy Group o Fancy Bear, de «organización criminal rusa».

La red de datos de la Federación Alemana es considerada mucho más segura que la del Bundestag, entre otros motivos porque los parlamentarios y sus colaboradores utilizan teléfonos inteligentes y tabletas sin los rigurosos controles de seguridad por los servicios de Inteligencia, cuya misión es proteger también las comunicaciones del Gobierno y los aparatos que utilizan, entre otros, la canciller Angela Merkel y sus ministros.

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