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Donald Trump, durante un discurso en Washington, el pasado diciembre. :: Jim Lo Scalzo/ efe
El entorno de Trump coincide en definirle como «un niño» y «un idiota»

El entorno de Trump coincide en definirle como «un niño» y «un idiota»

La editorial desafía al presidente y adelanta la salida del libro de Michael Wolff con declaraciones de más de 200 asesores de la Casa Blanca

MERCEDES GALLEGO

NUEVA YORK.

Sábado, 6 de enero 2018, 00:41

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Donald Trump puede haber encontrado un enemigo a su altura. La editorial Henry Holt and Co. respondió a las amenazadoras cartas en las que sus abogados exigían que suspendiese la publicación del libro 'Fire and Fury: Inside Trump White House' adelantando cuatro días su salida. A media noche de ayer, a temperaturas históricamente bajas de hasta -12 grados, sin contar con el factor viento, la gente hacía colas en una librería de Washington DC que tuvo la primicia. «¿A dónde tengo que mandar la caja de chocolatinas?», preguntó complacido el autor, Michael Wolff.

Durante su primera entrevista, el periodista aclaró en NBC que sus satisfacción no respondía solo al hecho de estar recibiendo publicidad gratuita del presidente gracias a su pataleta, sino a que con su reacción viene a ratificar la caracterización que hace de él en el libro. «Todos lo han descrito de la misma manera, dicen que es como un niño, busca la gratificación inmediata, no le importa más que él mismo», explicó. «Es extraordinario que el presidente de EE UU intente detener la publicación de un libro». Sus asesores le habían pedido que ignorase el libro para no darle más publicidad, pero Trump no fue capaz y reaccionó acorde al historial de demandas con el que se ha abierto paso en la vida.

Wolff no es un oportunista cualquiera, sino alguien que tuvo acceso a la campaña de Trump y luego a sus asesores en la Casa Blanca durante año y medio, tiempo en el que realizó más de 200 entrevistas de alto nivel. «¡Yo le autoricé cero acceso a la Casa Blanca!», bramó Trump por Twitter. «De hecho, rechacé al autor de esa farsa de libro muchas veces. ¡Nunca hablé con él, son todo mentiras!».

Con serenidad, Wolff respondió que «si no me autorizó, ¿qué hacía yo allí?». El autor dice que tiene grabadas tres horas de entrevistas con el presidente, realizadas durante y después de la campaña, además de cientos de horas con otros altos asesores, como Steve Bannon, que no ha negado las polémicas citas que recoge el libro. Parafraseándole, Wolff respondió ayer al presidente: «Ha perdido la cabeza».

Con ello tocaba uno de los temas más sensibles en la actualidad política de Estados Unidos. Quienes le conocen de cerca aseguran en privado que el estado mental de Trump se deteriora rápidamente. Por loco que pareciera antes, el Donald Trump de la campaña no es el mismo que el que come hamburguesas en su cama de la mansión presidencial. Si antes sus asesores tenían que repetirle las cosas varias veces durante la conversación, «ahora son veinte veces en diez minutos», aseguró Wolff.

«No es un emperador»

Otros periodistas habían contado lo difícil que es mantener su atención para enseñarle lo que necesita. Sus asesores recurren a gráficos con colores y al infalible truco de insertar su nombre en todos los párrafos para que siga leyendo, pero a sus 71 años, ebrio de poder, la situación empeora por momentos.

Según el periodista, muchos de los artífices de su campaña que le veían como «un personaje interesante» del que, con el tiempo, esperaban poder sacar partido para impulsar una agenda política se han dado cuenta de que es un caso perdido, como Bannon. Otros de los citados en el libro, como Sam Nunberg, que no logró pasar del artículo diez cuando intentó explicarle la Constitución, cree que aún hay esperanza. «Tiene que aprender, lo está haciendo. Despedir a James Comey fue una lección, espero. Se va dando cuenta de que no es un emperador». Este consultor político, que no niega haberle llamado «imbécil», es uno de los citados en el libro que aún le defiende y reitera su lealtad. El resto calla.

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