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Biden se explica en el vídeo difundido en las redes sociales. REUTERS
Biden pondera su candidatura ante una lluvia de acusaciones

Biden pondera su candidatura ante una lluvia de acusaciones

Se suceden los testimonios de mujeres que se quejan por el «comportamiento inapropiado» del ex vicepresidente de EE UU

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Jueves, 4 de abril 2019

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Las mujeres que acusan a Joe Biden de tocamientos indebidos siguen apareciendo por doquier, pero ni siquiera ellas creen que hubiera intención sexual detrás de su conducta. Sólo denuncian que las hizo sentirse «incómodas». Con todo, el ex vicepresidente de Obama que pondera lanzarse a la carrera presidencial ya está marcado.

Donald Trump mantiene un exquisito silencio en las redes, quizás porque tras ser cogido en cámara fardando de meter mano a las mujeres «por el coño», arremeter contra Biden sería hipócrita, pero no impensable. Su hijo ya ha retuiteado s mofándose del hombre que encabeza las encuestas de los candidatos demócratas.

El campo republicano disfruta del espectáculo de primarias en el que una veintena de aspirantes empiezan a despedazarse unos a otros para convertirse en el rival de Trump. A sus 76 años Biden, que fue senador y vicepresidente, tiene una larga carrera que permitirá sacar a numerosas mujeres incómodas, fotos inquietantes y meteduras de pata. Su último intento de lograr la presidencia en 2008 aportó aquella en la que celebró la entrada de Obama en la carrera presidencial por ser «el primer afroamericano popular que es elocuente, listo y de buen aspecto». Ni qué decir cómo cayó, en un país marcado por el racismo como pecado original.

En aquella ocasión pidió disculpas al entonces senador de Illinois que luego le elegiría como pareja de baile para aspirar a la Casa Blanca. Esta vez no ha querido disculparse y se desconoce si las mujeres querrán bailar con él en las urnas. En un vídeo casero que colgó en Twitter, Biden parece culpar del escándalo a «normas sociales que han cambiado y límites personales que se han redefinido», observa reticente. «Y lo entiendo, os escucho, tendré más cuidado y esa es responsabilidad mía». Hasta ahí llega. «Siempre he pensado que gobernar es conectar con la gente y eso no va a cambiar».

Apoyado por la derecha

Este viernes tendrá una nueva oportunidad de explicar su posición durante un acto de última hora programado con un sindicato de Washington. Todo el mundo aguarda con impaciencia que anuncie si se presentará o no a las elecciones y nadie tiene dudas de que en tal caso Trump explotará la etiqueta de 'Creepy Uncle Joe' (horrible tío Joe) que ya se le ha puesto. Paradójicamente, la figura tópica del viejo verde de la familia con afecto casi incestuoso hacia las sobrinas, está siendo combatida estos días por sectores de la derecha que se sienten víctimas del #MeToo. Biden resuena con parte de la América Profunda como ningún otro candidato demócrata.

El presentador de Fox Tucker Carlson publicó una disculpa por haberse mofado de «lo patético que es ver a un hombre de 76 años disculparse por no entender la cultura del selfie» y acabó con un sentido «no quiero vivir en un país en el que tengas miedo de tocar a otra gente». El reto de Biden, adalid político de las causas femeninas, será sacudirse las acusaciones sin convertirse estandarte de la resistencia machista.

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