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Los miembros de la mesa de diálogo entre el Gobierno de Colombia y las FARC, durante una reunión en La Habana. :: r. C.
Colombia y las FARC culminan cuatro años de diálogo de paz

Colombia y las FARC culminan cuatro años de diálogo de paz

Los delegados del Gobierno y la guerrilla dan por cerrado el Acuerdo Final e inician el proceso para hacer posible su firma antes de fin de año

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

Jueves, 25 de agosto 2016, 00:57

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Los delegados del Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron ayer el final de las conversaciones y el acuerdo de paz. Lo más difícil está hecho. Los participantes en las reuniones han hecho historia con mayúsculas. El documento acordado recoge lo necesario para terminar un conflicto que se originó en los años 60 y ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.

Para la firma del acuerdo final es necesario que el Congreso reciba el texto y una vez conocido el contenido completo dé el visto bueno y convoque en una consulta a los 34 millones de electores colombianos para que respondan a una pregunta sencilla sobre su posición respecto a la paz. La consulta podría llevarse a cabo en octubre.

También los guerrilleros deberán aceptarlo. Si la mayoría dice sí a la paz, entonces se firmará a bombo y platillos en Bogotá, si todo va bien, antes de fin de año. Y ahí será cuando comience el traslado de los guerrilleros a las veredas y campamentos donde se producirá el desarme y el proceso de reintegración a la vida civil.

La sociedad colombiana será informada sobre lo pactado en la mesa de diálogo que se instaló en la capital cubana en diciembre de 2012. Por su parte, la guerrilla tendrá un proceso de información similar en la décima conferencia de las FARC.

«Cuando acordemos todo, las FARC van a ir a hacer su décima conferencia para disolverse, porque el acuerdo de paz, el fin del conflicto, significa el fin de las FARC como grupo armado», enfatizó a comienzos de mes el presidente Santos, quien pasará a la historia como el mandatario que alcanzó la paz en Colombia. Por ahora podrá presumir de haberla pactado con la organización fundada por Manuel Marulanda 'Tirofijo', la guerrilla más poderosa del país y de la región. Está intentando también negociar con el Ejército Nacional de Liberación (ELN) pero la resistencia de éstos a terminar con los secuestros lo está complicando.

Esta conferencia de las FARC es muy diferente a las anteriores: está aceptada por el Ejecutivo; el tema será hacer y vivir en paz en lugar de planificar la guerra. Hay algunos grupos pequeños que se resisten, pero la mayoría de los guerrilleros aprobarán lo pactado por sus jefes.

El proceso pasó por momentos muy difíciles, en los que parecía que terminaría de mala manera. Sin embargo, la prioridad de Santos de pacificar Colombia, la buena voluntad de la guerrilla que ha cedido en puntos que inicialmente presentó como condiciones ineludibles y los buenos oficios de los países garantes, Cuba y Noruega, han hecho posible un hecho impensable hace cuatro años.

Una de las bases de las conversaciones es la máxima 'Nada está acordado, hasta que todo esté acordado', como ha repetido en cada una de sus comparecencias Humberto de La Calle, jefe de la delegación gubernamental.

Anticipando el gran anuncio, el martes utilizaron casi la misma frase en sus cuentas de Twitter la oficina del alto comisionado de paz y las FARC: «Se acerca el día... Vamos camino a La Paz», escribieron los primeros; «¡El día se acerca! #VamosPorLaPaz», dijo la guerrilla. El máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño 'Timochenko' fue un poco más preciso: «Estamos a las puertas de importantes anuncios que nos acercan al acuerdo final #VamosPorLaPaz», redactó.

Las «salvedades»

Para llegar ahí, Gobierno y guerrilla se olvidaron de las «salvedades», como llamaron a los asuntos de controversia de cada uno de los seis puntos. Así pudieron consensuar los acuerdos de reforma agraria integral, participación política, solución al problema de drogas ilícitas, víctimas y justicia transicional, alto el fuego, y el de implementación, verificación y refrendación.

Medios colombianos adelantaron la buena nueva que ayer confirmaban formalmente las partes implicadas en el salón de protocolo de El Laguito, el mismo escenario donde Santos y 'Timochenko' se dieron la mano, empujados por las del anfitrión Raúl Castro. Un gesto hacia Cuba que durante todo este tiempo ha hecho un despliegue de discreción y logística que sin duda contribuyó a crear un ambiente favorable para que la difícil misión llegara a puerto.

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