Hollande no tolerará nuevos ataques a sinagogas en Francia por manifestantes pro Gaza

«El conflicto israelí-palestino no puede importarse a Francia», declaró ayer el presidente francés, François Hollande, al día siguiente de los incidentes registrados en París en torno a dos sinagogas tras una manifestación en solidaridad con Gaza. «No quiero decir aquí que somos proisraelíes o propalestinos. Estamos a favor de la paz, porque la situación en Oriente Medio puede ser explosiva», afirmó. En la tradicional entrevista televisiva tras el desfile militar del 14 de Julio, día de la fiesta nacional, Hollande expresó su deseo de que «no haya consecuencias en Francia» de la crisis en Oriente Próximo. «No puede haber derivas ni excesos, intrusión o voluntad de intrusión en los lugares de culto, ya sean sinagogas, mezquitas, iglesias o templos», aseveró antes que proclamar que «no habrá ninguna tolerancia» puesto que «el antisemitismo no puede ser utilizado porque haya un conflicto entre Israel y Palestina».

El domingo se produjeron disturbios en varias ciudades francesas en el marco de manifestaciones a favor de la causa palestina. En París se registraron enfrentamientos con las fuerzas del orden que protegían las sinagogas de las calles Tournelles y Roquette. Se practicaron nueve detenciones y seis policías así como dos miembros de la comunidad judía resultaron heridos.

El Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) pidió la prohibición de «las manifestaciones a favor de Hamas» y el refuerzo de la seguridad de «los lugares comunitarios». SOS-Racisme señaló que «el apoyo a los palestinos no puede ser el odio a los judíos». «Ayudar a esta zona en conflicto es exportar la paz y no importar el odio», añadió la organización antirracista. «Israel tiene derecho a su seguridad y puede defenderse si es atacado», declaró Hollande. «Israel debe tener comedimiento y reserva. Hace falta alcanzar un alto el fuego», añadió el presidente galo, quien recordó que «Francia quiere un Estado palestino junto a Israel».

El primer ministro, Manuel Valls, condenó por «inadmisibles» los ataques a los lugares de culto. «Francia no tolerará jamás que se trate de importar por la violencia de las palabras o de los actos el conflicto israelí-palestino», escribió en un comunicado.