Secciones
Servicios
Destacamos
Viernes, 13 de abril 2018, 00:04
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Algunas críticas por la opacidad ante el siempre complejo equilibrio entre monarquía y exposición pública son una 'balsa de aceite' en España si se compara con otras monarquías europeas. A pesar de la rigidez de los palacios escandinavos, hay alguna corona un poco más abierta, como la danesa, que de vez en cuando regala a la prensa imágenes del heredero, Christian Valdemar de Schleswig, tomadas por su propia madre, María de Dinamarca.
Otras, como la Casa Orange holandesa, tampoco tienen inconveniente en convocar a los medios para posados escolares. Pero los monarcas 'tulipanes' no han dudado en llevar a los tribunales a quienes han roto el código deontológico pactado con la prensa. Una revista sacó en 2005 a la princesa Amalia con 9 años bajo el argumento de que ese acuerdo era «poco adecuado para una democracia moderna». Los jueces dieron la razón a la casa real. La causa se repitió en 2009 a cuenta de unas fotos tomadas en una estación de esquí, y Guillermo y Máxima volvieron a ganar la batalla: un juez prohibió que circularan las imágenes.
Dinamarca, Noruega y Suecia han logrado que ese frágil equilibrio no se rompa. Capítulo aparte merecen los Windsor británicos. La 'cacería' gráfica de los mayores ha rozado a los infantes herederos, George y Carlota. Su padre, el príncipe Guillermo, reclama en vano que les dejen ser los niños normales que nunca serán.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.