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Diseño de Teresa Helbig.
Teresa Helbig, la magia de la moda

Teresa Helbig, la magia de la moda

Ulises Mérida embelesa con un exquisito vals en la MBFWMadrid | La protagonista del desfile de Andrés Sardá ha sido Ángela Ponce, conocida por ser la primera mujer transgénero en convertirse en Miss Universo España

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Sábado, 26 de enero 2019, 14:22

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Ulises Mérida se ha marcado un vals para abrir la segunda jornada de diseñadores consagrados en la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. La sencillez de las formas geométricas se adereza con corazas de maniquí de aspecto roto que ayudan a definir las siluetas y dan un toque escultórico muy acertado a sus conjuntos. Esa belleza de lo imperfecto se consigue también con el modelaje sobre maniquí del que es adepto y toma fuerza con una paleta cromática en la que a sus clásicos fucsias y morados a los que se suman tonos flúor tamizados por marrones. Una colección con un movimiento delicado a la que se suma la potencia visual de la peletería, en la que destacan las faldas de zorro, mientras que desaparecen sus conocidas lazadas y las camisas blancas, aunque sus exquisitos patrones siguen siendo fácilmente reconocibles.

La mañana ha seguido una senda formidable con Andrés Sardá. La firma nunca defrauda con el que siempre es uno de los mejores espectáculos de la semana de la moda. La protagonista del desfile, con la astrología como base, ha sido la modelo española Ángela Ponce, conocida por ser la primera mujer transgénero en convertirse en Miss Universo España. Los signos de tierra y fuego han lucido la ropa íntima -con maravillosos encajes a modo de tatuaje- mientras que los de agua y aire han mostrado las tendencias de baño, en las que ganan las piezas sin tirantes. La colección estará a la venta poco después del desfile, adaptándose al calendario de 'see now, buy now' (lo ves ahora, lo compras ahora).

Desfile de Ulises Mérida, Andrés Sardá y Roberto Torreta. Efe
Imagen principal - Desfile de Ulises Mérida, Andrés Sardá y Roberto Torreta.
Imagen secundaria 1 - Desfile de Ulises Mérida, Andrés Sardá y Roberto Torreta.
Imagen secundaria 2 - Desfile de Ulises Mérida, Andrés Sardá y Roberto Torreta.

La explosión de sensualidad de Sardá ha dado paso a la aristocracia de La Condesa, que de los recuerdos de la infancia de la diseñadora ha pasado a tomar como referente a un personaje histórico: Ada Lovelace, la primera programadora informática de la historia -con un título de condesa- para una colección más exuberante y exagerada con el que la firma, acostumbrada al día a día, ha podido regodearse en los vestidos de noche pero con el toque de rock and roll que apasiona a su nutrido ejército de fieles, entre los que hay muchas blogueras, que grababan sin descanso con sus móviles los patrones de una 'lady' victoriana, con el foco en los hombros, pero en tejidos contemporáneos, con buenas dosis de tul para dotar de dramatismo la puesta en escena. Y, como no podía ser de otra manera, muchas coronas, como las de su logotipo, realizadas por la marca española de complementos Papiroga.

En el caso de Roberto Torretta, su nuera es la más popular de sus seguidoras. Marta Ortega, heredera del imperio Inditex, ha estado en primera fila junto a su marido, el hijo del diseñador. Ninguno de los dos ha quitado ojo a lo que ocurría en la pasarela, comentando la mayoría de los 'looks', que mezclan sastrería en piezas voluminosas con vestidos de siluetas muy femeninas. Llama la atención su osadía con las transparencias y la cantidad de prendas de cuero, su material fetiche, que ha mostrado.

La magia ha llegado al final de día gracias a Teresa Helbig. La modista catalana ha llenado la nueva y enorme pasarela sin necesidad de florituras, tan solo sus magníficas obras, que las modelos han pasado a un ritmo frenético, lo que no permitía apreciar el complejo trabajo que tienen sus piezas, inspiradas en la década de los 30. Una de ellas tiene más de 200 horas de confección con encaje de bolillos, que se la mostró una artesana de avanzada edad para que aprendiesen la técnica original. Las demás no están exentas de complicaciones: metales soldados para coser sobre el tejido, cuero troquelado para formar dibujos únicos o el uso de la técnica del 'soutache' (trenzado) para para sacar flecos con el mismo tejido con el que se borda. Como colofón de tamaña hazaña, por primera vez ha mostrado en un desfile uno de sus codiciados trajes de novia. Impecable, como sus costuras.

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