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DENEUVE

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 22 de enero 2018, 23:43

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Toc-Toc. ¿Se puede? Quiero decir... ¿Se puede comentar que Catherine Deneuve tiene su puntito de razón y que también hay mucha verdad en lo que denuncian las actrices de Hollywood, sin que se te eche una de las dos partes encima? ¿Estamos a tiempo de matizar o ya hemos pasado al blanco y negro, al conmigo o contra mí, al ellas y nosotras, al frentismo más enfrentado sin posibilidad de retorno? Quiero pensar que no. Que aún se puede ver algo de verdad en ambas partes y a la vez defectos y exageraciones en las dos orillas, que hay mujeres encantadas de que en Hollywood hayan dado un golpe en la mesa contra el acoso y que al mismo tiempo no se han echado las manos a la cabeza ante el manifiesto de Deneuve. Pocas o muchas, entre esas me encuentro yo.

Vaya por delante que nunca he sufrido acoso en mi trabajo. Bueno, una vez un productor de una televisión de Madrid, después de una entrevista y dado que era ya la hora del almuerzo, me invitó a comer cerca de su oficina. Acepté. Y en la comida insistió en que quería llevarme después a ver una exposición... Pero antes debíamos pasar por su casa porque al día siguiente tenía que irse temprano de viaje y debía dejar preparada la maleta. Dije no. Ene o. No a la exposición y por supuesto no a pasar por su casa para ver cómo preparaba la maleta... Se lo tomó mal. Lo cual me demostró que hice bien.

Evidentemente, no soy tan ingenua como para pensar que la solución siempre está en nuestras manos. Hay mujeres a las que el acosador se les echa encima sin darles la oportunidad de negarse. Y ahí es donde el grito de Hollywood cobra sentido. Pero igual que en sus películas más comerciales, Hollywood ha recurrido al lenguaje que domina: efectista, maniqueo, sensiblero... Ha convertido algo tan serio y complejo en una de buenos y malos. Y el 'The End' lo ha puesto la telepredicadora Oprah Winfrey con una lacrimógena homilía. Apelando a la víscera no se va a resolver un problema tan ancestral y arraigado. Por eso el contrapunto de Deneuve me parece necesario. Para evitar listas negras, trazo grueso, caza de brujas... Porque lo que hace falta es reflexión, crítica e incluso (aunque no nos guste) autocrítica. Y procurar no caer en la histeria colectiva.

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