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UN MAL ATÁVICOReparto de contratas para ganar votos

Jueves, 1 de enero 1970

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Muchos romanos aceptan con resignación los baches, un problema que consideran tan eterno como su propia ciudad. «Son atávicos. Recuerdo que cuando mi madre iba a parir a mi hermano, hace ya 60 años, no había forma de que saliera y el médico le dijo que se fuera a dar un paseo en coche, pues con los socavones se ponía de parto de inmediato», cuenta con sorna un veterano taxista de la capital. El final de los boquetes en la calzada pudo llegar en 2006, cuando el Ayuntamiento optó por contratar a una única empresa para que se encargara del mantenimiento de las calles. Duró poco y pronto se volvió al viejo sistema: confiar en una miríada de pequeñas compañías «que son difíciles de controlar, por lo que hacen un peor trabajo, pero garantizan votos», denuncia Massimiliano Tonelli, responsable de la página web 'Roma fa schifo' (Roma da asco).

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