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ARMARIO

ARANTZA FURUNDARENA

Miércoles, 31 de octubre 2018, 23:58

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Dice Belén Esteban que Miguel Bosé podría denunciar al exnovio que lo ha sacado (a rastras) del armario por haber violado su derecho al honor. Supongo que no será por haber revelado que es gay, porque no creo que un hombre tan evolucionado y moderno como Bosé considere que el conocimiento público de su homosexualidad (en realidad, un secreto a voces) lo convierte en menos honorable... Además, por el honor que no se preocupe. Es un concepto hoy en día muy devaluado. Lo arrastraron por el fango algunos que se hacían llamar honorables mientras evadían capital a Andorra y Suiza. Desde entonces la cotización de la honorabilidad está bajo mínimos. Pero lo que sorprende en Bosé es que él se creyera dentro del armario cuando hasta sus fans más rendidas, esas que en su día le gritaban «¡Queremos un hijo tuyo!» lo percibían claramente fuera de él... Su caso es como el del niño que por taparse los ojos cree que los demás no le ven.

Eso sí, haber ocultado durante la friolera de 26 años una relación sentimental estable tiene mérito. Sobre todo tratándose de alguien famoso a nivel mundial que lleva más de tres décadas con los paparazzi pisándole los talones. El hombre invisible, de James Whale, era un aficionado al lado de Nacho Palau. Qué capacidad de mimetismo, qué arte para el camuflaje y la ocultación... Ni el mago David Copperfield lo hubiera hecho mejor. Sabíamos que la enormidad de la fama del gran Bosé podía eclipsar a cualquiera. ¿Pero tanto? ¿Durante 26 años seguidos? Ahora sin embargo Palau de inexistente ha pasado a ubicuo. Mires para donde mires allí está él. Es como esa mancha en la pared que una vez que la descubres ya no eres capaz de ver otra cosa. Y la suya es la venganza del secundario... Hoy es él quien eclipsa a Bosé.

El cantante por su parte sigue jugando a la ambigüedad, uno de sus vicios favoritos. Ha difundido en las redes la imagen de una cigüeña atrapada en un plástico junto a la frase: «Se acabó. Ya no podré acariciar a mis hijos». Y una vez más no sabemos si está lamentando su situación personal o denunciando la contaminación del planeta por los derivados del petróleo... Hay que decirle a Bosé que se quite el celofán protector. Que fuera del armario está más guapo.

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