Cada uno se anuncia como puede. Y el que tiene dinero puede, claro. Puede gastarlo... y hasta innovar.
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El PP de Logroño, por ejemplo, se está anunciando estas elecciones en Twitter. Digo el de Logroño porque es el que me aparece a mí, pero teniendo en cuenta lo bien segmentados que están esos anuncios puede que usted esté viendo, digamos, un anuncio del PP de Santo Domingo. Es igual: el caso es que es el primer partido riojano que veo anunciado (pagando, se entiende) en redes sociales.
Claro que en eso de poner anuncios nadie gana a la Espe. En realidad, ahora que lo pienso, ¿alguien gana a la Espe en algo? En fin, que cómo andaba ayer el patio de revolucionado con la iniciativa del PP de Madrid de poner la cara de Esperanza Aguirre en la puerta de unos cientos de taxis.
De hecho, a juzgar por las reacciones de las redes (incluyendo la de alguna patronal del ramo, todo hay que decirlo) uno diría que la gente anda por las calles de Madrid negándose a subir en los taxis de la lideresa. Ya será menos: que me lo digan en hora punta.
Con todo, lo que me ha parecido más escandaloso en este asunto es el precio. ¿Cuánto cree que cobra un taxista madrileño por llevar a doña Espe pegada en su puerta durante 15 días? Piense.
No, menos.
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No, menos aún.
50 euros. Más IVA. Y luego dicen que el pescado es caro.
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