Turquía busca en China un nuevo aliado para contener el desplome de la lira

«Ankara terminará siendo un sátrapa de China», añadió el articulista de la revista asiática David P. Goldman, que prevé una contracción del PIB turco de entre el 10% y el 20%. China acudirá al rescate, afirma, pero lo hará con créditos -Erdogan ha anunciado la emisión de posibles 'bonos panda' en yuanes chinos- y con un apoyo que se terminará cobrando de diferentes formas.

No obstante, la prensa china se centra en la otra cara de la moneda, esa en la que Pekín se erige como salvadora. «Erdogan ha anunciado un plan de acción de cien días que pivota en torno a China», subrayó el canal de televisión estatal CGTN. «La estabilidad de la lira llegará si se colabora con países como China. Necesitamos sus ideas y su sabiduría», afirmó el economista Emre Alkin.

De momento, el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) ya parece haber aprobado un préstamo de 3.600 millones de dólares para financiar proyectos en los sectores de energía y transportes. Y es evidente que pocos países cuentan con la liquidez que necesita Turquía para salir a flote. Así que China aprovechará la situación, como ya ha hecho con otros países que han protagonizado un viraje hacia el autoritarismo: desde Tailandia hasta Venezuela.