600 millones para que España lidere el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Para poner la importancia de la IA en contexto, Sánchez destacó que esta tecnología aportó 1.760 millones de euros al PIB mundial en 2018 y que su contribución para 2030 se espera que supere los 14 billones de euros. «La oportunidad que se abre para operadores públicos y privados es extraordinaria», por lo que animó a las empresas y administradores a coger «con ambición» el plan y desarrollarlo «con total contundencia» en los próximos años.

Concretamente, de los 600 millones, unos 275 se destinarán a impulsar el desarrollo tecnológico y la innovación de la Inteligencia Artificial, 133 millones para integrar su uso en todos los sectores del tejido económico, 100 millones más para hacer lo propio en la administración pública, 42 para potenciar el talento delas capacidades digitales, otros 42 para desarrollar plataformas de datos que den soporte a la IA y 8 millones para crear un marco ético normativo que refuerce nuestros derechos y libertades. Sánchez concretó además que en los Presupuestos para 2021 ya se prevén 330 millones de euros para Inteligencia Artificial y Economía del Dato.

Entre la treintena de medidas que recoge el plan del Gobierno están la promoción de nuevos centros nacionales de desarrollo tecnológico multidisciplinar con especial foco en neurotecnologías, la creación de programas de ayudas a empresas para el desarrollo de soluciones en IA y datos, y la puesta en marcha de una mayor oferta formativa. Asimismo, se creará la Oficina del Dato, de ámbito nacional; se impulsará el Plan Nacional de Tecnologías del Lenguaje, se lanzará un sello nacional de calidad en IA y se elaborará una carta de derechos digitales, entre otras.

En el acto también participó la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien remarcó que este proceso de integración de la IA dentro del tejido productivo se hará dentro de un marco ético y jurídico que garantice la protección de los valores y de los derechos individuales y colectivos, es decir, «impulsando una digitalización humanista que ponga en el centro a las personas».