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Rodrigo Rato.
Rato, Olivas y otros 21 consejeros de BFA-Bankia cobraron 4,3 millones al margen de la ley

Rato, Olivas y otros 21 consejeros de BFA-Bankia cobraron 4,3 millones al margen de la ley

Percibieron un sueldo del banco a la vez que dietas y otras contraprestaciones, algo prohibido por la normativa de cajas y en contra de las pautas del Banco de España

José Antonio Bravo

Sábado, 6 de diciembre 2014, 15:37

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Algunos consejeros y altos cargos de Bankia y su matriz, BFA, ordeñaron en demasía la vaca de las cuentas del banco. Así lo constatan los peritos del Banco de España en su informe -entregado el jueves pasado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu-, y no se refieren esta vez ni a créditos multimillonarios concedidos por la entidad en extrañas circunstancias y soportando riesgos excesivos, ni tampoco a las polémicas tarjetas B ('Black') con las que se dilapidaron, al menos, 15,5 millones de euros en una decena de años (2003-2012).

El motivo de su denuncia es ahora que los dos máximos responsables del grupo bancario, uno de sus principales colaboradores y otros 17 consejeros se saltaron la ley, y no precisamente en una sola ocasión, para cobrar 4,32 millones de euros de más. Lo hicieron compatibilizando distintos tipos de remuneraciones a las que no tenian derecho a la vez precisamente por razón de su cargo dado que, por ejemplo, la Ley 4/2003 de Cajas de Ahorros de Ahorros aprobada por la Comunidad de Madrid y modificada en 2011, prohibe que dichos altos cargos que ya perciben un sueldo puedan beneficiarse asimismo de dietas.

Los directivos de Bancaja engañaron para lograr un bonus de 1,34 millones

  • Dicen que la ambición no tiene límites y parece que en el caso de los directivos de Bancaja durante 2010 y 2011 la norma se cumple a la perfección, aunque para claro perjuicio de Bankia y sus accionistas. Con el fin de anotarse un bonus de 1,34 millones de euros que no les hubiera correspondido, evitaron incluir en las cuentas conjuntas de la entidad levantina los deteriorados balances del Banco de Valencia, "lo que hubiera tornado los beneficios simulados en pérdidas", reza el informe pericial.

  • Y de haber sido así, advierten los expertos del Banco de España, "no se hubieran podido satisfacer tanto las atenciones estatutarias al consejo de administración como la retribución variable al comité de dirección" de Bancaja, que incluían unos dividendos de 44,43 millones. Quien debía visar esas cuentas y haber detectado el engaño era el director general de la caja de ahorros, Domingo Parra, a quien no pareció importarle mucho que aquello fuera "contrario a los estatutos". Claro que él se quedó con el 53% de toda esa retribución variable, con lo que su salario sin contar dietas ni otras "atenciones" superó el millón de euros en cada uno de los dos años citados.

  • El Banco de Valencia era ya un pesado lastre -tuvo que ser rescatado en noviembre de 2011 y se comió más de 5.500 millones de fondos públicos antes de ser traspasado a CaixaBank-, entre otras cosas, por su "agresiva y poco prudente" política crediticia, advierten los peritos. Según sus conclusiones, buena parte de los préstamos se concedían sin seguir los criterios bancarios y atendiendo fundamentalmente a fines personales, hasta el punto incluso de que los fondos salían de la entidad sin que ni siquiera se hubieran aprobado las operaciones y, por tanto, valorado los riesgos.

Es el caso, por ejemplo, de quien presidiera Bankia entre finales de 2010 y mayo de 2012, Rodrigo Rato, que engordó sus emolumentos de 2011 hasta los 2,43 millones de euros sumando todos los conceptos. Así, por su labor al frente del banco obtuvo 1,58 millones, incluyendo 763.000 euros de sueldo anual, otros 262.000 euros en dietas, 26.000 euros por asistir a consejos de empresas participadas por la entidad e incluso 41.000 más en comisiones cuyo origen no se precisa, además de otros 489.000 euros para añadir a su pensión. El problema, si no fuera por lo ya abultado de estas cifras en una entidad que terminó ese año con unas perdidas reales de 4.570 millones de euros -frente a los 309 millones de beneficio que declararía inicialmente el expolítico metido a financiero-, es que también cobró algo parecido de la matriz del banco.

Como corresponsable del llamado Banco Financiero y de Ahorros (BFA), percibió otro 855.000 euros: 753.000 como salario, 50.000 por dietas, 29.000 de comisiones y otros 33.000 más para hacer hucha de cara a la jubilación. Unas remuneraciones que eran claramente "incompatibles" con las otras, recalcan en su dictamen los peritos judiciales, pero no sólo porque lo señalara así la citada normativa regional sino también porque tanto decretos ley posteriores del Gobierno -es el caso del 71/2011 sobre políticas de remuneración en las entidades financieras- como varias circulares del Banco de España instaban a que los administradores y directivos de entidades que hubieran recibido apoyo público -Bankia ya había obtenido 4.465 millones en ayudas a finales de 2010- "no percibieran remuneración variable" salvo que se justificara "adecuadamente" a criterio del instituto emisor, cosa que aquí no ocurrió.

Ni normas ni consignas

A tenor de los datos apuntados en el dictamen pericial, también José Luis Olivas, expresidente de Bancaja y luego presidente del BFA, hizo caso omiso tanto de normas como de consignas de instancias superiores. Cobró 1,76 millones ese mismo ejercicio, desglosados en 591.000 euros de la matriz del banco incluidos 35.000 euros de comisiones por gestiones que se desconocen- y otros 1,17 millones procedentes de la propia Bankia donde curiosamente ganó incluso más en dietas (562.000 euros) que de sueldo (424.000 euros)-.

El tercer miembro del comité ejecutivo de la entidad financiera que se saltó la ley para recibir más dinero fue José Manuel Norniella, exvicepresidente de Caja Madrid y de BFA -y en su etapa política anterior secretario de Estado de Comercio-, quien logró 676.000 euros en 2011, 596.000 del banco y el resto procedentes de su matriz.

Otros 21 consejeros de Caja Madrid en esa época consiguieron el mismo privilegio, pues simultanearon su sueldo en la entidad con el dinero que les daba BFA. Sus ganancias en ese año oscilaron entre los 376.000 euros de la exconcejal del PP en el Ayuntamiento capitalino, Mercedes de la Merced, hasta los 163.000 euros del exministro Ángel Acebes, titular de la cartera de Justicia con los gobiernos de José María Aznar. Entre todos -también había un exsecretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga- supusieron un gasto de 785.000 euros para la caja de ahorros, sin contar el uso que 16 de ellos hicieron de las tarjetas B (con las que en ese período se gastaron 2,5 millones).

Además, 13 de ellos -encabezados por los citados Rodríguez Ponga y De la Merced, junto al sindicalista Francisco Baquero- mantuvieron la misma actitud durante 2012 hasta que fueron relevados del cargo por el nuevo equipo gestor encabezado por José Ignacio Goirigolzarri. Los peritos, de nuevo, hacen cuentas y concluyen que entre Rato, Olivas y Norniella -los tres consejeros ejecutivos- "cobraron indebidamente 1,47 millones", mientras que otros 2,84 millones fueron percibidos de forma irregular por los consejeros de Caja Madrid dado que las dietas no son compatibles con compensaciones por representación en otros consejos ni tampoco aportaciones a planes de pensiones.

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