Ezkurdia y Rezusta ganan en el día de transición

En el día de San Mateo estaba anunciado Unai Laso, el otro gran reclamo de la feria, y no Peña. Darío Gómez, como riojano, lo es; y Jokin Altuna es el reclamo de los reclamos. Al menos eso piensan en Aspe. El Adarraga acusó la ausencia del navarro y el ambiente poco o nada tuvo que ver con el vivido un día antes. El partido tampoco.

Ezkurdia y Rezusta se jugaban todo a una carta en la feria después de haber perdido el primer partido ante un dúo que es favorito al éxito global: Jaka y Mariezkurrena. El delantero vasco estabasiguiendo el enfrentamiento desde la grada. Peña y Albisu no tenían esa presión, aunque después de la clara derrota solo les resta ganar mañana y cuadrar números. Deberán cambiar por completo.

Si bien el duelo se movió en el equilibro que siempre gusta en la grada, su primera mitad resultó prescindible. Llegaron al primer descanso con 12-9 merced a diez errores de Peña y Albisu y cinco de Ezkurdia y Rezusta. El fallo era la energía que alimentaba el electrónico. Con dos de los que vestían de rojo arrancó el encuentro; los de azul respondieron con reiteración. Ezkurdia se dejó ver en dos ocasiones al bajar la pelota con su único saque; Peña necesitó más tiempo para enlazar tres puntos –carambola, saque y cortada– y acortar diferencias. Del 10-5 al 10-7. Sin embargo, no había emoción. Fresco estaba ese duelo de bombarderos que Rezusta protagonizó con Mariezkurrena, pero ni él ni Albisu castigaban el cuero. La grada se apagaba.

El paso por vestuarios despertó a Joseba Ezkurdia. Primero se le fue una pelota a Albisu y después el delantero navarro ligó una apertura, una cortada y una bajada, con una decisión errónea de Peña para establecer la diferencia más amplia del partido, seis tantos, 16-10 y 17-11. En el fondo, Ezkurdia y Rezusta no arriesgaban más de lo necesario. Más bien esperaban, aunque el delantero se topara en más de una ocasión con la chapa en su afán de ajustar. La chivata también pasó factura a Peña. Era una gran oportunidad para él, pero estuvo excesivamente fallón. Unas veces por intentar ganar el tanto vestido de delantero atrevido y otras al defenderlo, con traje más cauto.

Era un día a todo o nada. Incluso con esa desventaja se animó de nuevo. Apoyado en la pared, en el uno, celebró la dejada a la que no llegó Ezkurdia. Efímera alegría. Acto seguido hizo sonar la chapa, primero, y erró con la zurda después. Antes de perder, aún cometería un nuevo error, al igual que Albisu. Así, del 18-13 se pasó al 22-16 final con un único tanto de los ganadores, el gancho de Ezkurdia que puso fin a la tarde más gris de las cuatro consumidas.