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Bengeotxea y Elezkano, ayer en Pamplona. :: asegarce
El campeón entra en escena

El campeón entra en escena

Bengoetxea y Elezkano se reparten piropos en Pamplona mientras Olaizola no se fía de Rezusta en Vergara

V. S.

LOGROÑO.

Jueves, 3 de mayo 2018, 00:32

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Casi un año después, Oinatz Bengoetxea vuelve al Manomanista. El de Leiza defiende su camiseta colorada el sábado en Pamplona ante uno de los pelotaris más en forma, Danel Elezkano. A priori, parece un duelo desigual, pero nadie se fía. El campeón reconocía ayer, durante la elección de material, que el vizcaíno llegaría a la cita «con las alas, sin nada que perder», mientras que él afrontará el partido con las dudas del que se estrena.

Para Bengoetxea, ser el campeón «no significa nada», ni tampoco contar con más golpe que su rival. «Tal y como se está jugando el Manomanista, vale más buscar los ángulos y rematar y hacer daño adelante que ser un pegador», reconocía.

Por su parte, Danel Elezkano se sinceraba sobre sus opciones: «No es imposible, sino muy difícil. Pero a un partido nunca se sabe». Para ganar, sólo concibe una fórmula el de Zarátamo: «Tengo que hacer mi juego, ser agresivo e ir al ataque sin miedo porque si me pongo a pegar no voy a ganar a nadie».

Para su rival, que escogió material más vivo aunque le hubiese gustado aún más velocidad, «ahora el momento de juego marca la diferencia más que el golpe».

El otro partido de cuartos de final que vivió ayer su primer ritual fue el que mañana se disputará en Vergara entre Aimar Olaizola y Beñat Rezusta, el último zaguero en liza. A pesar de haber barrido a Albisu, otro pegador de la estirpe de los guardaespaldas, el de Goizueta rebajó el optimismo. «Si hago que esté cómodo, no tengo nada que hacer porque pega dos cuadros más que yo», explicó, antes de alabar la velocidad del zaguero, que jugará ante sus vecinos.

Por su parte, Rezusta, escogió pelotas más tranquilas para intentar evitar el juego de aire. «Los delanteros, y sobre todo Aimar con el saque y el saque-resto, hacen mucho daño. Restar es difícil y una que vez que lo haces tienes que conseguir evitar al rival. Pero tengo claro, que me va a hacer mucho saque-remate. Cuando yo tenga el saque también espero aprovechar», dijo.

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