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B. GONZÁLEZ
Lunes, 30 de octubre 2017, 01:01
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Sepang. «El objetivo no es ese, el objetivo ya lo hemos cumplido, y ahora quiero disfrutar. Y si disfruto tengo opciones de lograrlo». Joan Mir hablaba de la opción de, una vez cerrado el Mundial, empezar a escribir récords. Primero, en el apartado de más victorias en una temporada de la clase pequeña. Con la novena de Phillip Island, el balear encaraba las dos últimas citas del año con el objetivo de las diez que sumaron en un año Fausto Gresini (1987) y Marc Márquez (2010), y en las once de Valentino Rossi (1997). El primer paso lo dio en Sepang, donde supo medir el empuje inicial de Jorge Martín, que salió como un disparo y en nada había abierto un hueco de casi dos segundos, con unas vueltas explosivas. Por detrás, Mir, empezaba a fijar un paso regular que poco a poco le fue permitiendo dos cosas: acercarse a su compatriota y distanciar a sus perseguidores. En la vuelta nueve conseguía ponerse a rueda de Martín. Por detrás, Enea Bastianini también dejaba al resto de componentes y en un par de giros se pegaba a los dos españoles. Un trío para una victoria, un trío en el que Mir de nuevo demostró el nivel de confianza del que disfruta para lograr el triunfo.
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