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Andrea Dovizioso, segundo en la general a once puntos de Marc Márquez.

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Andrea Dovizioso, segundo en la general a once puntos de Marc Márquez. RAFA MARRODÁN/PHOTOCALL3000
MotoGP | GP de Australia

Dovizioso y Márquez se miden tras la fiesta de Motegi

Phillip Island será el escenario del segundo asalto de los tres consecutivos que afrontan los contendientes al título de la clase reina

Borja González

Circuito de Phillip Island (Australia)

Jueves, 19 de octubre 2017, 10:08

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La carrera de MotoGP del pasado domingo en Japón marca el arranque del Gran Premio de Australia. El precioso circuito de Phillip Island, uno que entusiasma a todos los pilotos y que se ve menos influenciado por las diferencias mecánicas, va a ser el escenario del segundo asalto de los tres consecutivos que afrontan los contendientes al título de la clase reina, dos y medio, si se quiere. El medio, Maverick Viñales, con poca confianza en sus opciones y torturado por las diferencias que siente con su Yamaha respecto a lo que disfrutó en febrero y marzo, cuando parecía que 2017 iba a ser un paseo militar. Viñales destrozó a sus rivales en todas las condiciones y en todos los trazados. Daba igual que fuese con el fresco de la mañana, con el calor de mediodía, con viento, con pista sucia, con pista medio mojada. La M1 volaba en sus manos. «No confío mucho, porque la moto es muy distinta. Los neumáticos también lo son. Veremos. Confianza no hay mucha de que la moto pueda estar al nivel de lo que estaba a principio de año», reconoció Viñáles, una confesión que aumenta más la impresión de que esto es ahora cosa de dos, los dos que emocionaron con el espectáculo de Motegi.

«La victoria, el combate ganado, obviamente, da mucho ánimo y excitación, ha hecho que me hayan felicitado mucho, que me hayan animado mucho, y esto marca una diferencia. Es muy importante, da mucho impulso», explicó Andrea Dovizioso, segundo en la general a 11 puntos de Marc Márquez. «Lo que pasó confirma que somos capaces de ser lúcidos, de trabajar bien, de estar bastante listos en lo que respecta a la gestión de la carrera. Viéndola de nuevo he visto la capacidad que tenemos de ser rápidos, y esto en mi opinión demuestra lo bien que hemos sido capaces de trabajar a lo largo del fin de semana y de sacar nuestro cien por cien. Y esto, creo, que es más importante en estos momentos del campeonato, porque contra Márquez tienes que ser rápido en todas las condiciones. Él es muy fuerte, es capaz de ser competitivo en todas las condiciones y en todas las pistas. Tienes que estar preparado para poder jugártela en todas las situaciones», destacó Dovizioso. El italiano, que desde mitad del pasado curso hace un intenso trabajo mental que le está permitiendo romper con las barreras que siempre le habían provocado el ser excesivamente cerebral, disfruta del mejor momento de su carrera cuando el campeonato llega a uno de esos escenarios en los que su rival disfruta como en pocos.

«Motegi era uno de los circuitos en los que tenía apuntado perder algún punto, porque sé que Dovi va rápido allí y la Ducati también», reconoció Márquez, que pese a la decepción de la derrota intenta sacar lo positivo de la batalla de Japón. «Seré claro, aquí tengo apuntado quedar por delante de él. Aunque me ponga presión es así. Iría bien quedar por delante de él, porque viene otro circuito en el que la Ducati va rápido», advirtió. Una declaración que confirma la importancia que tiene este fin de semana, de nuevo con la climatología amenazando con alterar el guión prescrito, si es que puede haber algo así este año. «¿Cómo puedes decir algo contra un piloto que le mete un minuto a la segunda Honda?», cuestionó el italiano sobre el poderío del español. «No puedes hablar de límites. Pero nadie es imbatible, y no lo digo para minusvalorar a Márquez, porque también hemos visto en el pasado a campeones que han ganado, ganado, ganado, y que han fallado», apuntó Dovizioso.

En invierno Márquez pudo terminar segundo en Australia por detrás de Viñales, aunque a casi tres décimas. Claro, ni Viñales tiene la misma confianza, ni la moto es la misma, ni los neumáticos son los mismos. Dovizioso perdió casi siete décimas, con las Ducati por detrás de las Honda, las Yamaha y las Suzuki. Aunque tampoco el italiano –ni su moto- es el mismo. Ahora afronta su gran oportunidad con el respaldo de muchos aficionado que ven en su año algo así como una reivindicación romántica de un piloto que se ha colado en el grupo de los elegidos. «Funciona así el mundo, funciona así el mundo de MotoGP; si no ganas eres uno más. Estar entre los cinco primeros, sin haber ganado demasiadas carreras, hace que te consideren un buen piloto y ya está. Estoy acostumbrado, hace muchos años que corro», razona con su clásica sonrisa serena Dovizioso. «Es el piloto que si ganara todo el mundo se alegraría. Ha trabajado mucho y un trabajador siempre se lo merece. Pero el nivel lo tiene. Pasó con Hayden y Rossi en 2006. Aquí hasta que no se cruza la línea de meta en la última vuelta en Valencia tienes que respetar a todos y dar el cien por cien», acepta Márquez.

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