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DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
Lunes, 17 de noviembre 2014, 22:54
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Cuando medios como 'Autosport' dan por hecho el fichaje de Fernando Alonso por McLaren, es que el fichaje está hecho, firmado y sellado. El piloto asturiano confirmará su acuerdo con la escudería de la que salió piafando en el 2007 antes de la cita de Abu Dabi, la última cita de un campeonato en la que ha peleado con todos y contra todos. Y, aunque parezca increíble, el asturiano luchando por una quinta posición que lejos está del rendimiento real de la temporada.
El sexto puesto de Alonso en Brasil le permitió auparse a la quinta plaza de la general del Mundial, a dos puntos de Sebastian Vettel, cuarto, y con sólo uno de ventaja sobre Valtteri Bottas, sexto. Si enfocamos desde más lejos y consideramos el rendimiento de Red Bull, Williams y Ferrari, ¿cómo es posible que Alonso esté en pugna con dos pilotos que, carrera a carrera, han estado compitiendo por puestos superiores a los del asturiano? Ese es uno de los grandes misterios y virtudes de Alonso.
En Ferrari poco o nada le pueden reprochar a Alonso. No ha gozado de un coche como el que permitió a Schumacher coronar la época más gloriosa de la fábrica de Maranello, pese a lo cual ha tenido opciones de proclamarse campeón en, al menos, dos temporadas. Alonso ha dado más de lo que su coche le permitía cada carrera, pero de donde no hay no se puede sacar.
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