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El grupo posa con los trofeos recibidos en San Sebastián. :: l.r.
El kickboxing derriba sus barreras
ARTES MARCIALES

El kickboxing derriba sus barreras

Nueve riojanos con discapacidad participaron en San Sebastián en una cita pionera de las artes marciales inclusivas

V. S.

LOGROÑO.

Martes, 20 de noviembre 2018, 20:37

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No resulta fácil presentar un deporte como el kickboxing a familiares de personas con discapacidad. «Piensan que es muy agresivo y es todo lo contrario. Es una forma de trabajar, de fomentar la autoestima y de ayudarse unos a otros. Lo difícil no es que una persona con discapacidad lo practique, sino convencer a su entorno», asegura Seila Espinosa, nueve veces campeona mundial de la especialidad y desde hace años empeñada en que esta arte marcial llegue a más público. También al colectivo de discapacitados. Silvia Martínez, practicante desde el año pasado, lo ratifica: «Cuesta más decírselo que practicarlo. '¡Puff, kickboxing!', te responden».

Silvia es una más dentro del grupo de nueve riojanos que participaron el pasado fin de semana en San Sebastián en la undécima edición del 'Campeonato internacional de artes marciales Bera Bera para personas con discapacidad'. La cita supuso un evento pionero para el kickboxing, que hasta ahora se practicaba a nivel inclusivo pero no existían competiciones oficiales adaptadas, al contrario que en otras artes marciales, como el judo o el karate. «Hemos recibido el respaldo de la Federación Mundial y, a partir de ahora, habrá campeonatos regionales, nacionales e internacionales», explica Espinosa.

Estos nueve riojanos disfrutaron de unas jornadas inolvidables. «Había participantes hasta de Ucrania», recuerda Eduardo Chaves. «Y con todo tipo de discapacidad. Una chica sin brazos pegaba tan fuerte que hacía retumbar el tatami», incide.

La delegación, además de por Seila Espinosa, estaba encabezada por Juan Fuentes, cinturón negro con síndrome de Down. Junto a ellos, cinturones amarillos como Silvia, Eduardo, Miriam del Pozo, o blancos, como el de Daniel Laencina, entre otros. Todos participaron en una de las tres categorías de exhibición: paos (práctica de golpeo), sombras (sin impacto, contra un rival imaginario) y formas musicales (permite movimientos más libres con música, movimientos gimnásticos...). «Estábamos un poquito nerviosos. Pero Seila nos dijo que nos reflejásemos y disfrutásemos y así lo hicimos», recuerda Silvia.

Todos salieron al tatami con valentía y demostraron que el trabajo da sus recompensas. Sonoros aplausos cerraron sus intervenciones. «Superaron con creces todas las expectativas. Gente de otras disciplinas no podía creer que llevasen tan poco tiempo practicando», comenta la entrenadora. Tras esta demostración, al grupo le ha entrado el gusanillo para seguir. «Nuestro objetivo es mejorar e ir a más campeonatos a seguir compitiendo y disfrutando», concluye Eduardo.

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