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Fernando Carro, en pleno esfuerzo del Mundial. AFP
Fernando Carro, undécimo en una final de vértigo

Fernando Carro, undécimo en una final de vértigo

El madrileño corre la segunda mejor marca de su vida pero es incapaz de engancharse al grupo de los etíopes y Kipruto, que gana en 8:01.35

Miguel Olmeda

Sábado, 5 de octubre 2019, 00:39

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Con un undécimo puesto despide Fernando Carro una temporada histórica. Un sabor amargo el de la derrota, como él la siente, porque esperaba acabar «entre los seis primeros» en su debut en una final de un Mundial. Pero también un regusto dulce, ya que el madrileño hizo su carrera en los 3.000 obstáculos y le salió la segunda mejor marca de su vida, 8:12.31. Solo peor que los 8:05.69 de julio en Mónaco, el récord de España.

Carro no cayó en el ritmo infernal que marcaron los etíopes Wale y Girma a golpe de relevo, «una labor de equipo que funciona aquí casi como en el ciclismo», pensando que podría reengancharse al final. «Si iba más rápido de 2:39 (minutos) el primer mil sabía que iba a acabar mal», explicó, aunque él creyó que la final iría por otros derroteros. «Pensé que en algún momento me iban a permitir enlazar, pero no han frenado y no he tenido opción de agarrar la cabeza», admitió con sorpresa.

«Venía con unas expectativas realistas más altas, estar peleando por los seis primeros puestos», confesó, y es que llegaba al Mundial con la cuarta marca del año. «Lo que no imaginaba es que en este campeonato se fuera a correr tanto«, añadió, porque la final la ganó Conseslus Kipruto al esprint en 8:01.35, solo una centésima más rápido que Girma y tres segundos más veloz que la hasta entonces mejor marca de 2019. Carro lo explicó con un halago a la organización del campeonato, de los pocos que recibirán: »Han creado un microclima en el interior del estadio que es estupendo para el atletismo y en todas las pruebas se está volando«.

Sin españoles en la final del 1.500

El 1.500 no tendrá representación española en la final del domingo después de que ni Kevin López ni Jesús Gómez lograsen la clasificación este viernes. Tanto el sevillano como el burgalés pagaron el esfuerzo de la primera eliminatoria, donde sí cayó Adel Mechaal, y no pudieron pelear con los favoritos por un pase que se vendió caro. Tanto que algunos candidatos como el noruego Filip Ingebrigtsen y el ugandés Ronald Musagala se quedaron fuera.

Con todo, Kevin López logró la segunda mejor marca de su carrera (3:37.56) en la que es su segunda campaña en 1.500, pero le faltó más de medio segundo y ganar tres posiciones para obtener el premio. «He notado las piernas cansadas. Me he encontrado bien, pero aún tengo muchas cosas que trabajar para hacer dos carreras con tanto cambio de ritmo«, admitió. »Me faltan kilómetros y eso es tiempo. Lo positivo es que sé qué cosas debo mejorar«, aseguró sobre el que fue »un buen test para Tokio«.

«Pagué la carrera de ayer, cerca de mi marca personal», reconoció Jesús Gómez, que «no tenía piernas para ese cambio final». Analizando su carrera, el burgalés explicó haber intentado colocarse delante «por tener ventaja en un cambio de ritmo», pero lamentó que sus rivales le pasasen «como quisieron». Por último, lanzó un mensaje para la próxima temporada: «Lucharé por estar en Tokio».

Sin respuesta en la marcha

El sector de la marcha, la especialidad que casi nunca le falla a España, esta vez sí que resultó un fracaso. Aunque en descargo de los atletas hay que destacar el 77% de humedad y los 32 grados de temperatura que convirtieron en un infierno el circuito de Doha. Álvaro Martín, Miguel Ángel López y Diego García Carrera sufrieron en sus carnes la dureza del clima catarí, que echó por tierra sus aspiraciones a medalla. Terminaron vigésimo segundo, vigésimo sexto y trigésimo quinto, respectivamente.

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