Una lección de puro deporte

Los Juegos Deportivos tienen un marcado carácter formativo, especialmente en las categorías más jóvenes (prebenjamines, benjamines y alevines). En la mayoría de los modalidades ni siquiera se publican clasificaciones de las competiciones en las que participan escolares de esas categorías, para incentivar el aprendizaje por encima de la competitividad.

Este pasado fin de semana comenzaron los distintos torneos de baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol sala. Los más pequeños de la familia comenzaban las 'ligas' y era un día especial. Entre los que se estrenaron el sábado estaba el equipo de baloncesto Rioja Down. Esta formación, integrada por escolares con síndrome de Down, hizo su debut en el pabellón San Millán de Logroño. El calendario estableció que el equipo alevín de Ezcaray fuera su primer rival.

El partido fue todo un ejemplo de lo que debe ser la práctica deportiva. Los dos equipos tuvieron un comportamiento más que loable. Los jugadores de Ezcaray demostraron su clara superioridad jugando un buen encuentro, pero respetando a un rival claramente inferior. Los miembros del Rioja Down demostraron que ellos también pueden participar e integrarse en una competición donde lo más importante no es ganar. Ellos buscaron la victoria, aunque no consiguieron ganar, pero disfrutaron y celebraron cada canasta como si se tratara de la que le daba a su equipo un título mundial. El árbitro pronto entendió su papel. Trató de explicarles a los jugadores (especialmente a los del Rioja Down) qué era lo que había sancionado, les indicaba a los contendientes desde dónde debían sacar o dónde debían colocarse, y consciente de las diferencias entre unos y otros -y con la ejemplar aquiescencia de los ezcarayenses-permitió algunas acciones que, en otras condiciones, hubieran debido sancionarse (principalmente dobles o pasos).

Una lección de lo que debe ser el deporte de la que fueron testigos el consejero Conrado Escobar y el director general del Deporte, Diego Azcona.