«No me siento cómodo con buenos futbolistas y malas personas»

– Riojano, jarrero y de la plaza de la Paz.

– Así es. Hablaba con un compañero de historias. Cuando alcanzas cierta edad, los recuerdos son más poderosos. De un tiempo a esta parte, mis recuerdos de Haro, especialmente de la plaza de la Paz son más potentes, más intensos y más emocionantes.

– Ha jugado con sus hermanos en el patio de casa de su abuela, en la plaza de la Paz... y en la calle Palomar y jugaban a todo.

– Hemos sido una familia muy deportista y a mí me han gustado todas las actividades y dicho desde la modestia, se me daban todas bien. Nadaba, jugaba a la pelota, fútbol, baloncesto, judo, atletismo,... Pero llegó un momento en el que el fútbol se cruzó en mi camino y disfrutaba mucho de él. Partidos en El Ferial, Las Eras, Vistalegre,...

– El Mazo lleva ahora su nombre. Ilusión, pero también responsabilidad.

– Es un orgullo. Me siento reconocido y querido. Haro es un pueblo y para mí es mi pueblo. Y lo digo con orgullo. Cuando muchos amigos me dicen que soy de capital les digo que es una pena que no tengan pueblo. No el de sus abuelos, sino el suyo. He conocido a Haro como un pueblo y lo he disfrutado mucho y lo disfruto mucho. No necesito de estos reconocimientos, pero sí siento muy orgulloso. El campo de El Mazo es muy emotivo para nuestra familia. Yo he conocido tres campos con ese nombre. Toda mi familia, hermanos, tíos, primos, sobrinos han jugado en el Haro.

– El día de la inauguración hablaba de su hermano Óscar.

– Óscar, que en paz descanse, jugaba mejor que yo. Hubiera disfrutado mucho de estos momentos. Era muy bueno. Y los amigos. He recuperado el tiempo perdido. Me fui con 15 años de Haro y las distancias eran otras en aquel tiempo. Cuando me fui de Bilbao a Sevilla era como cambiar de continente. Hora y media de avión, doce horas de coche,... Soy un afortunado de la vida.

– Hace tiempo leí en una entrevista que le gustaba vestir bien, algo que había heredado de su madre. Hablamos en Haro de Modas El Sol y de Ana de la Fuente.

– Son formas de vida. Siempre me ha gustado vestir y la ropa. Me ha influenciado mucho mi madre. Soy presumido, pero sobre todo lo hago por sentirme bien conmigo mismo. Estaba en casa y ponía parches rojos a unos pantalones vaqueros a escondidas porque mi madre no me dejaba. Un día, una señora me vio y me dijo: 'Tú te tendrás que casar con una princesa'. No era mi intención, pero me gusta ir a la moda.

– Hábleme de la Peña Iturri. ¿Es miembro o ya no lo es?

– Fui miembro. Con mis hermanos. Cuando acaba la temporada, pasaba la última semana de junio en Haro. Eran días muy bonitos. No paraba nada en casa. Ahora he recuperado a muchos de aquellos amigos. Tenemos un grupo de whatsapp muy activo y aún nos quedan pendientes varias comidas.

– Desde que se hizo cargo de España Sub'19, uno de sus amigos se pasa por la basílica de la Virgen de la Vega para que le eche una mano en cada partido. Cuénteme...

– La Virgen de la Vega es la titular de Haro y en mi equipo. Tengo mucha devoción por ella, como todos los jarreros. Soy un hombre de fe y ella me da mucha seguridad y confianza para tomar decisiones. Me ayuda. Un amigo mío es quien va a ver a la virgen antes de cada partido y también a Jesús y eso me ayuda mucho.

– Y de la virgen del Carmen.

– Sí. El 16 de julio es una fiesta para nosotros. Mi padre era marino y ese día era muy importante para nosotros. Ahora no puedo coger vacaciones en esas fechas, pero antes sí que iba a ver alguna procesión, que son magníficas en muchos sitios.

– Y de San Felices.

– Mi sobrino Luis fue a la Eurocopa y me trajo a uno de los partidos una balconera con la imagen de San Felices. El santo es también muy importante en mi vida.

– Se marchó de Haro con quince años, pero mantiene su arraigo y lo echa en falta.

– Me gustaría estar más en Haro. Cuando cumples años, por diferentes experiencias vas dando importancia a lo que tiene importancia. Te das cuentas de lo que es fundamental. Vuelvo a los amigos. Durante un tiempo no los tuve. Los quintos. Me alejé de ellos, no emocionalmente, pero sí físicamente. Recuperarlos ha sido magnífico. Hace unos años nos juntamos muchos con nuestro profesor Pantaleón Olmos y fue uno de los mejores días que recuerdo. La pena es que no he podido repetir. Un día maravilloso. Dar importancia a lo que la tiene. En el pueblo están nuestras raíces, nuestra familia,... La vida va de personas y de sentimientos.

– Con el vino se lleva bien, pero ¿ha vendimiado alguna vez?

– No he vendimiado nunca. Ni siquiera he ido a racimar. No se ha dado la circunstancia. Soy un gran amante del vino. Soy muy trabajador porque me han inculcado esos valores. Con 14 años me tuve que comprar una bicicleta y estuve dos veranos trabajando en una granja cogiendo huevos. Le dije a mi padre que la quería pagar yo. No he vendimiado, pero he cogido huevos. Lo importante es tener una base, unos valores, porque aquí nadie regala nada. Hay que ganárselo.

– ¿En qué momento se da cuenta de que el fútbol puede ser una forma de vida para usted?

– Jugaba a fútbol porque hacía deporte. Un día me vio un familiar, Pedro Zabala, y me hicieron una prueba en el Athletic. Me salieron bien las cosas y me dijeron que me iban a fichar. Tenía 15 años. Cuando regresaba con mi padre a Haro, viendo los diferentes puertos y pueblos, pensaba qué significaba ser futbolista porque yo lo que quería era disfrutar del fútbol. Luego vino todo muy rápido porque debute en Primera con 19 años recién cumplidos. Ahí es cuando comienzas a entender que puedes vivir del fútbol, que no del profesionalismo, que no lo entendí hasta más tarde.

– Y luego llegó el salto al banquillo como entrenador y como seleccionador.

– Me nombraron seleccionador el 8 de diciembre del 2022, el día de la Inmaculada, nombramiento que generó mucha controversia porque siempre hablamos de perfiles. Decían que venía de la base y eso para mí es un halago, el mayor de los halagos. Estoy muy agradecido a mucha gente que me ha ayudado. Nadie me ha regalado nada, pero sí que me han ayudado. El aval es el trabajo. Mi mérito no es mayor que el de otras personas que trabajan. Hay que sufrir, claro que hay que sufrir. El deporte sin sufrimiento no es deporte. No es mal compañero de viaje, sino que hay que dominar la situación.

– Y alcanzar objetivos, porque la vida son metas.

– Sobre todo satisfacción personal. Los éxitos no se cuentan solo porque has logrado un objetivo. Yo no creo en los fracasos. Si tú has dado todo, pero no logras algo no puedes sentirte un fracasado porque entonces el mundo estaría lleno de fracasados. Otra cosa es que tú no hayas puesto todo lo que hay que poner. Entonces te estás engañando. Si alguien te gana en el mundo del deporte, le felicitas. Hay que desdramatizar la derrota, porque la gente puede tener miedo a arriesgar y a marcarse objetivos. El objetivo es muy motivante, hay que marcárselo e ir a por él. El esfuerzo es imprescindible en la vida y si alguien vende otro camino está mintiendo.

– A veces se dice: has tenido suerte. Pero el trabajo,...

– La suerte es ir paseando y que te encuentres un décimo. No comprarlo, sino encontrarlo, porque para comprarlo la gente ha tenido que trabajar o prescindir de otras cosas. Ya no es suerte. Suerte es encontrarte un décimo, cogerlo y que tenga premio. Hay una frase que utilizó mucho: 'Cuanto más trabajo, más suerte tengo'. La gente que no valora nada acaba diciendo: es que ha tenido suerte. No, suerte no hay. Esos son los mediocres. Trabajo, trabajo y más trabajo.

– ¿Cómo lleva el objetivo del Mundial?

– Es una carrera de fondo y hay que ir día a día. Ahora estamos inmersos en una competición que a mí me hace mucha ilusión y en la que podemos revalidar el título, que sería la primera vez que una selección lo logra. El Mundial siempre está ahí, en segundo plano, pero quedan casi dos años. Hay mucho trabajo por delante. Hay una muy buena base, buen equipo y buenas personas, que es muy importante. Hemos logrado formar una familia y que todos se expresarán así públicamente. Estuvimos cuarenta y cinco días concentrados sin un solo incidente. Más de cien personas. No hubo ningún problema. Un día dije que buscaba buenos futbolistas y buenas personas y a alguien le extraño la frase. A mí me extrañó que ese comentario generase extrañeza. No me siento cómodo con buenos futbolistas y malas personas y tiendo a prescindir de ellas. Buenos jugadores y buenas personas.

– Buenas personas y buenos cantantes como Julio Iglesias.

– Julio Iglesias. Dejó el fútbol y encontró el ámbito donde ha sido el más grande. Le he conocido. Soy romanticón y facilón. Julio Iglesias, Luis Miguel, Sergio Dalma,... Soy muy de karaoke. ¿Nino Bravo? Es muy difícil. Cuando iba a un karaoke era para hacerlo bien. Lo daba todo. Ana cantaba muy bien. Íbamos mucho mis hermanos y yo. A Julio le conocí en Bilbao en un hotel. Tras el título de la Eurocopa me mandó un mensaje y una felicitación. Es una persona fantástica.

– Pasa la mayor parte de los días pensando o hablando de fútbol. ¿Qué más hace, qué más le gusta?

– Me gusta disfrutar cada segundo de la vida. Cada edad tiene su momento. Cuando les digo a mis hijos que disfruten de la vida no lo entienden. Disfrutar de la vida es apreciar lo que estás haciendo: tomar un vino, leer un libro,... Vamos a tal velocidad que no nos das cuenta de lo que estamos haciendo. Disfruto con mi trabajo. Otra frase: 'Una persona exitosa es aquella que hace cada día lo que le apasiona'. Por eso digo que soy un hombre de éxito, porque he convertido mi pasión de crío en mi profesión durante más de cuarenta años. Tengo un cuerpo técnico excepcional, el mejor del mundo. Pasamos muchas horas juntos y disfrutamos siempre.

– ¿Pensaba que iba a llegar hasta aquí? ¿Se atrevía a soñarlo?

– Con 15 años no pensaba llegar hasta aquí. Empecé a ser profesional de mayor, cuando te das cuenta que un descuido te saca del equipo, que pagas un exceso, que te lesionas y es difícil volver,... Y como entrenador, igual. Llegue por casualidad a un banquillo. Estuve en el Athletic, Sevilla,... pero cuando llegué a la Federación no sabía qué era ser seleccionar. Fui quemando etapas. Sub'19 y Sub'21. Fui feliz. Y de repente llega la Absoluta. No me lo había planteado nunca, pero nunca me ha dado miedo nada. Soy valiente y echado para adelante. Estaba seguro de que iba a salir bien. Había gente que pensó otras cosas, pero el reto era también decirles: 'Os habéis equivocado'

– ¿Qué queda de aquel chaval que se fue con 15 años?

– Quedan muchas cosas de cuando era niño. Ilusión, sentido del humor, soy muy profesional, pero también capaz de gastar una broma divertida,... No se trata de ser más o menos joven, sino dar vida a los años. No renunció a nada.