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Mourinho es sujetado tras el gol del empate del Chelsea. REUTERS
El show final de Mourinho en Stamford Bridge
Premier League

El show final de Mourinho en Stamford Bridge

El portugués tuvo que ser sujetado para no irse a por un ayudante de Sarri tras el empate a dos del Chelsea y acabó recordando a la grada los tres títulos que logró como entrenador 'blue'

JACOBO CASTRO

Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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Mourinho volvía a casa este sábado. El portugués regresaba a Stamford Bridge, el campo donde más tiempo ha pasado en su carrera como entrenador, hasta cinco temporadas completas y dos más que no terminó por una destitución. Pese a esto, lo que vivió en el estadio londinense fue similar a lo que podía haber vivido en el más hostil de los campos.

Y no lo parecía cuando quedaba apenas un minuto para el final del encuentro. Su equipo, el Manchester United, había dado la vuelta al gol inicial de Antonio Rudiger con dos tantos de Anthony Martial y todo apuntaba a que iba a lograr una importante victoria. Sin embargo, en el minuto 95, Ross Barkley anotó el 2-2 que desembocó en la polémica final.

En un principio, Mourinho reaccionó de forma normal al tanto del empate, quedándose sentado en su banquillo hasta que, de repente, uno de los asistentes de Mauricio Sarri, entrenador del Chelsea, pasó por delante de él celebrando el tanto. Las cámaras no captaron ni el gesto ni las palabras del mencionado ayudante, pero Mourinho saltó como un resorte de su banquillo y tuvo que ser sujetado por miembros de seguridad, sus asistentes y hasta futbolistas.

Tras el encuentro, el técnico explicó lo ocurrido y reconoció que el asistente de Sarri se había disculpado con él. «No estoy molesto con nada y lo que pasó fue con el asistente de Sarri. Sarri fue el primero en venir a pedirme perdón y a decirme que lo arreglaría internamente con él. Después de eso, su asistente vino y se disculpó. Le dije que si lo siente de verdad, lo acepto. Olvidadlo, yo también he cometido errores en mi carrera», declaró el portugués, que terminó el incidente abrazado al técnico del Chelsea.

Pero no se quedaron ahí los incidentes. Al acabar el partido, el portugués hizo un curioso gesto a la grada. Se señaló a si mismo, al campo al cesped y posteriormente mostró tres dedos, repitiéndolo un par de ocasiones. Con ello Mourinho quería recordar a la grada de Standford Bridge los tres títulos de Liga logrados con el conjunto londinense.

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