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El guipuzcoano Asier Illarramendi celebra, abrazado a Nacho, el gol que ayer le dio el triunfo a España en Jerusalén. T. COEX / AFP
España encuentra un golazo en Tierra Santa
CLASIFICACIÓN RUSIA 2018

España encuentra un golazo en Tierra Santa

Un zapatazo de Ilarramendi permite a una selección muy cambiada y nada exigida vencer en Jerusalén Desde la llegada de Lopetegui al cargo, 'La Roja' ha marcado en los 14 encuentros que ha disputado sin derrota alguna

RODRIGO ERRASTI

JERUSALÉN.

Lunes, 16 de octubre 2017, 22:55

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Desde hace miles de años personas de todas partes del mundo acuden a Jerusalén movidas por la fe. A España le tocó cerrar la clasificación para el Mundial en Tierra Santa, pero su buen hacer previo le hizo presentarse en el Teddy Stadium sin la necesidad de conseguir el triunfo ante una selección sin objetivo alguno. Aunque los milagros existen, y de eso saben mucho en este lugar del mundo, parecía improbable que el duelo pudiera tener ese mismo ritmo que la selección de Lopetegui había metido a los diez anteriores. No lo hizo, pero un zapatazo a bote pronto de Illarramendi, en el mismo sitio que brilló tanto para convencer al Real Madrid de su fichaje tras 27 partidos como realista, mantuvo la racha triunfal de España y confirmó de paso que la generación campeona de 2013 está lista para competir en Rusia.

España era poco reconocible, ya que sólo Ramos repitió respecto a los que golearon a Albania en Alicante el pasado viernes. Aunque Viera, el sexto debutante de la era Julen, con el '10' a la espalda parecía desde lejos Thiago, se notó que Busquets, en su centenario internacional, no había compartido zona ancha con el canario, ni tampoco con Illarramendi. El realista compareció como interior zurdo, pero su tendencia a ayudar delante de la de zaga taponó la zona ancha. Los centrales dejaron una acción curiosa, ya que llegaron a pasarse de cabeza la pelota cinco veces seguidas.

Tampoco ayudó el miedo inicial hebreo, con un equipo situado alrededor de su área con la esperanza de que su rival errase para disponer de un gol que compensase tanta tensión alrededor del equipo, en el que falta el capitán por un enfrentamiento con un seleccionador con fecha de caducidad, tiene un jugador sancionado por dóping y la grada no respalda a determinados futbolistas por su etnia. España estaba algo estática y Asensio, el primero en obligar al meta rival con un chut lejano, sufría en esas circunstancias. Intentaba abrir el campo por la izquierda, donde Monreal se asomó menos que un Azpilicueta que incluso puso una buena bola a Aduriz, al que le quitaron la opción de remacharla. Luego se cambió a la derecha y desde ahí también buscó el zurdazo sin éxito.

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Harush, a diferencia de Marciano en Gijón, se mostró firme. Primero en una salida ante Aduriz en una bola al área y en un derechazo de Ramos que sacó de la monotonía el encuentro. Minutos después evitó el 0-1 ante Pedro, que mano a mano no supo colocar la pelota lejos del meta hebreo. Acabó el encuentro muy crecido e incluso remató en la última acción del partido para conseguir un empate a la heroica.

Busquets, capitán

Israel fue dando noticias de su comparecencia en el encuentro, se fue animando y gozó de varias llegadas, una muy clara. La megafonía animaba después de cada disparo, contraviniendo la normativa al respecto, como uno de Natcho que disparó cruzado alto tras una pelota que pegó en el banderín de córner y sobre todo cuando Hemed perdonó en el área pequeña al adelantarse a Ramos y golpear con la derecha. El ex de Mallorca y Almería marró al intentar golpear con la derecha, cuando sólo poner la zurda hubiese terminado con la pelota en la red de Reina.

La opción de verse por delante devolvió la atención del público al césped, ya que hasta ese momento algunos parecían más centrados en el asunto catalán: un grupo lucía una camiseta con la foto de Piqué emulando la de Obama en campaña -y el lema President- y otra mostró una estelada detrás de Manolo el del Bombo. 'Israel a ganar' empezó a corear la grada, que a la vez jaleaba a Isco cuando calentaba y sobre todo al pisar el césped por Aduriz, que segundos antes no llegó a remachar un centro de Asensio.

Su entrada, además de provocar la aparición de un espontáneo en el césped, sirvió para recolocar a España, que había arrancado la segunda mitad con tres centrales, Busquets de capitán y cuatro atacantes (Aspas se sumó entre líneas) en el campo. La pelota empezó a viajar de área a área, Benayoun entró para recibir el aplauso que merecía su trayectoria y cuando el duelo parecía condenado al 0-0 llegó el misil de Illarra. Y es que España, que no consiguió el 0-2 porque Callejón fue generoso con Asensio sin darse cuenta de que era fuera de juego, ya gana hasta cuando sestea y vuelve a tener fe en sí misma.

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